"Al borde de la desesperación"
El Sevilla venció por la mínima al Zalgiris e ira el jueves a Lituania con una ventaja tan justa como peligrosa, ante un rival inferior y en un campo pequeño y de hierba artificial.
El conjunto de Pablo Machín fue claro dominador, y especialmente en los primeros compases del partido. La más clara la tuvo Ben Yedder en una chilena que le sacaría el portero, además de un par de tiros lejanos de Banega y un disparo cruzado a la media vuelta que se fue por poco. Además, el árbitro no vio dos penaltis en sendas manos ante dos tiros de Arana y Gnagnon.
Tras un par de ocasiones de Nolito y Pejiño, Éver Banega haría el primer y único gol del partido. Entre muchísimos fallos de un Sevilla con falta de gol, el argentino ejecutaría una falta directa a la mismísima escuadra. La barrera solo pudo mirar y el portero no llegó pese a estirarse, fue la única forma de batirlo. Era el minuto 34 y el Sevilla se ponía por delante.
Todavía iba a fallar Nolito una buena oportunidad después de un gran regate y balón de Pejiño desde la banda. Ninguno de los estuvo especialmente bien, como tampoco Arana. Fue por su banda por donde más entró el Zalgiris en los últimos minutos de la primera mitad, cuando el Sevilla se desconectó. Los lituanos fallarían una ocasión clara en la que se quedaron 3 jugadores solos en el área y Vaclik sacaría un mano a mano providencial al borde del descanso.
Los 45 primeros minutos concluían con 1-0 y la segunda parte arrancaba con un par de tiros de Amadou que no supusieron peligro y una volea de Aleix Vidal desde la frontal que sacaba el portero con un paradón abajo. Fue, sin lugar a duda alguna, el mejor de su equipo.
En el minuto 60, Muriel entraba al campo por Pejiño y tuvo su primera ocasión nada más entrar, en un contragolpe que finalizaba con un tiro al lateral de la red. En la siguiente jugada, Vaclik haría su segunda intervención salvadora después de que un rival regatear a Berrocal.
El resto del partido ya sería un quiero y no puedo. Muchísimas llegadas del Sevilla y ningún gol, apenas ninguna ocasión clara. La mejor la tuvo Banega en una nueva falta que buscó colocar en la escuadra. Entraron Sarabia y Ganso en sustitución de Nolito y Banega.
No ocurrió nada destacable más allá de la desesperación sevillista en el último cuarto de hora y el partido terminaría 1-0. El próximo partido es la Supercopa de España, un partido muy difícil en el que no jugamos un título ante todo un Barcelona. El próximo jueves, toca afrontar un partido que puede ser trampa pero en el que el Sevilla no puede fallar.
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