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domingo, 13 de enero de 2019

El semáforo: Athletic Club 2-0 Sevilla FC

Luz verde: Kjaer y Gnagnon. En un partido tan malo como el de hoy, toca agarrarse a dos actuaciones corrientes para este apartado. Por un lado, Kjaer demuestra una vez más que es el líder de la zaga, que necesita mucho su poderío aéreo. Por el otro, Gnagnon parece que ha encontrado la regularidad y que ha llegado para quedarse y decirle a Machín que puede contar con él.

Luz amarilla: la tardanza en hacer los cambios. El Sevilla estaba jugando un partido terrible y todos pedíamos sustituciones ya en el descanso. Sin embargo, hubo que esperar hasta el minuto 70 para que entrara Promes por Escudero y hasta el 80 para que Munir saltara al campo. No termino de entender esto muy bien, ya que el equipo estaba necesitado. No sé si consideró arriesgado dar entrada a un jugador nuevo tan pronto, pero tampoco teníamos nada que perder (no se podía ir a peor).

Luz roja: alerta en la banda izquierda. Hay muchas cosas que podría poner aquí hoy, ya que no hay casi nada a lo que aferrarse en un encuentro en el que el equipo estuvo mal desde que saltó al césped hasta que el árbitro pitó el final y en el que carecimos de personalidad y de intensidad, además de proponer poco. Sin embargo, me centro en un aspecto más que preocupante, que no es otro que el carril izquierdo.

El partido de hoy de Escudero es terrible, siendo probablemente el peor jugador en un día en el que se salvan pocos, pero esto no es más que el agravio de un mal momento del sevillista que viene extendiéndose ya desde que se recuperó de su lesión. Además, el suplente es un Arana que no convence al sevillismo y parece que tampoco a Machín. Hoy entró Promes y creó mucho más peligro que Escudero, lo que me hace pensar que deberíamos probar más al holandés en el carril izquierdo o fichar a alguien en este mercado de invierno en el que aún hay que moverse.

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