"Con un canto en los dientes"
Empató el Sevilla en Butarque en un partido que pudo haber perdido perfectamente para finalizar el año. No consigue ganar fuera de casa desde finales de noviembre y terminará el año como tercer clasificado después de salvar un punto en tierras madrileñas. El once inicial estuvo marcado por las importantes ausencias de Sarabia y Banega por sanción y de Kjaer por lesión. Pablo Machín alineó a Vaclik, Navas, Mercado, Carriço, Sergi Gómez, Escudero, Amadou, Roque Mesa, Franco Vázquez, Ben Yedder y André Silva.
No salió bien el Sevilla al partido y lo iba a pagar temprano. Ya en el minuto 5 de partido, Mikel Vesga hacía el 1-0 cabeceando un centro que Nyom ponía desde atrás en un salto en el que Carriço estuvo débil, demostrándose una de las grandes claves del encuentro: la ausencia de Kjaer mermó la capacidad ofensiva del equipo y el Leganés nos iba a ganar todos los balones aéreos. De hecho, tuvimos pocas oportunidades y la mayoría era a balón parado o con pelotas largas desde atrás, lo que era inservible si tenemos en cuenta la diferencia entre ambos equipos en esta faceta.
Iba a tener más ocasiones el conjunto local después del gol, ya que los sevillistas no despertaban. Se acercaron peligrosamente y Carrillo tuvo una buena oportunidad con un disparo de primeras dentro del área que se iba arriba. Las únicas opciones para el Sevilla en el primer tiempo fueron un contragolpe que finalizaba Franco Vázquez con un mal tiro en lugar de dársela a un Escudero que estaba solo y un disparo de Sergi Gómez en el área detenido por Cuéllar. No creó peligro, sin embargo, el cuadro de Pablo Machín. La identidad en los sitemas anuló a los laterales y el equipo notó también que no tenía a su faro.
En el tramo final del primer tiempo, el árbitro iba a perdonarle la expulsión a Nyom, que debió haber visto una segunda amarilla muy clara. Más allá de ello, una vez finalizada la primera mitad, Mercado vio amarilla sobre el césped por protestar y el 'Mudo' iba a ser expulsado por llamarle "caradura" en el túnel de vestuarios. Aunque todos sabemos que no echan a ciertos jugadores por eso, el argentino cometió una irresponsabilidad que dejaba a su equipo con uno menos para toda la segunda mitad. El partido se reanudaba con un cambio en el Sevilla: Promes entraba por Navas, que tenía molestias en el sóleo.
No pasó nada durante un largo tramo del partido. Solo hubo algún acercamiento poco destacado, como un tiro desde la frontal de Rubén Pérez que Vaclik detuvo abajo y un mal cabezazo de Carrillo. Entró Gnagnon por Mercado y más tarde Nolito sustituiría a un André Silva revolucionado. Esto ocurrió porque le sacaron amarilla en un forcejeo estúpido y, un par de minutos más tarde, Jonathan Silva aprovechó una entrada del sevillista para simular falta. El árbitro no sacó tarjeta al jugador local, que la vio en el posterior ataque, lo que habría supuesto la expulsión.
Pasaban los minutos y no ocurría nada en ninguna de las áreas, aunque el Leganés iba cada vez retrocediendo más en medio de una espesa niebla que cubría todo el campo, especialmente la zona donde atacaba el Sevilla. Así, en los últimos minutos, salió algo de casta. En el minuto 80 un centro de Roque Mesa era cabeceado al palo por Amadou y, en el 91, otro centro del propio canario era transformado por Ben Yedder en el 1-1 definitivo.
Se acabó el partido y los sevillistas conseguían un punto que sabía a gloria después de un partido malo en el que jugamos toda la segunda parte con uno menos y con un arbitraje tan nefasto que llegó a tocar voluntariamente el balón para evitar que se perdiera tiempo en un ataque del Leganés en el descuento después del empate. Queda el equipo tercero pendiente del partido aplazado entre Madrid y Villarreal y se va de "vacaciones invernales" para preparar a la vuelta el partido del 6 de enero en casa ante el Atlético de Madrid.
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