Luz verde: lección en la primera parte. Pese a salir del estadio con sensación de rabia por solo haber sacado un empate, lo cierto es que el Sevilla hoy ha hecho un muy partido en el que ha sacado un punto más que válido ante un rival complicado.
Especialmente buena fue la primera mitad, en la que el Sevilla fue bastante superior al Atlético de Madrid hasta que ocurrió el error que luego menciono. Fuimos nosotros los que manejamos y protagonizamos el partido, los más valientes y los más peligrosos en ataque. Quiero destacar especialmente a Gnagnon, que ya se ha convertido en uno más y que fue el mejor del encuentro con la friolera de 14 recuperaciones.
Luz amarilla: el empecinamiento de los balones largos. El gran hándicap para el Sevilla hoy era el balón aéreo, faceta donde los colchoneros son fuertes. Arriba estaba Ben Yedder, mucho más bajo que la defensa del Atlético. Pese a ello, se intentó mucho jugar con balones por arriba al franco-tunecino y se tiraron varios centros que, evidentemente, quedaron en nada.
Luz roja: un error grave que condicionó el resultado. El equipo había hecho una gran primera parte y estaba por delante en el marcador, pero todo se iba a complicar en el último momento con un fallo inapropiado de un jugador de la experiencia de Carriço. Una falta innecesaria y mal defendida se convertía en el 1-1 y condicionaba la segunda parte, que sería igualada y donde el Sevilla tendría dos grandes ocasiones y, el Atlético, una.
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