Crónica: Athletic Club 2-0 Sevilla FC

"Falta grave de identidad"

Se llevó un severo correctivo el Sevilla Fútbol Club de San Mamés, donde no fue equipo en ningún momento, completamente superado y sin proponer fútbol ninguno en uno de esos encuentros donde no puedes salvar a nadie.

Pablo Machín volvía a alinear a sus once hombres de confianza después de rotar en Copa. Gnagnon fue la principal novedad en lugar de Carriço, que vio la quinta amarilla ante el Atlético. Lo acompañaron Vaclik, Navas, Kjaer, Sergi Gómez, Escudero, Banega, Roque Mesa, Sarabia, Ben Yedder y André Silva. También introducía Garitano a sus titulares, con 8 cambios respecto a los que salieron el pasado jueves.

En los primeros 10 minutos, el partido estuvo algo más igualado. Ambos equipos trataban de buscar el área rival y habría dos acercamientos, uno a cada lado. Navas disparaba a las manos de Herrerín desde la frontal y De Marcos no cazaba una volea en el área después de una prolongación de Williams, aunque finalmente anularían la jugada por fuera de juego del delantero del Athletic.

Pero iban a ser los locales los que se harían con el control absoluto del partido, repitiendo muchas veces la misma jugada. Los balones en largo buscando la velocidad de Williams a la espalda de los centrales era el recurso que utilizaron los locales, y los minutos pasaban sin que el Sevilla reaccionara. En el minuto 23 iba a abrir el marcador el propio Williams, que recibía un balón después de que una pérdida de Navas iniciara el contragolpe y que anotaría el tanto con un disparo a la escuadra después de recortar a un Kjaer que se quedó vendido. Vaclik no pudo hacer nada ante un tiro potente y colocado.

El conjunto sevillista había salido a verlas venir y lo pagó con el gol en contra. No existía el centro del campo, ninguno de los tres tocaba el balón y solo se buscaba a los hombres de arriba con pelotazos que no iban a parar a ningún sitio ante una defensa que va bien por arriba. No lo solucionó después del gol y el partido siguió igual. El Sevilla no defendía mal y por eso no encajaba, pero sí que se acercaban (una falta lejana de Beñat que se fue por poco sería la mejor que tendrían en el resto del primer tiempo). Encontramos una jugada aislada en la banda derecha que terminaba con Sarabia poniendo un balón al área que no llegaba a nadie, pero eso fue todo. Nos íbamos por debajo al descanso después de 45 minutos nefastos en los que propusimos poco, o más bien nada.

No se podía salir peor tras el descanso, pero sí igual. El Sevilla salió igual del mal y, ya en los dos primeros minutos, Muniaín iba a tener dos ocasiones: un intento de tijera en el que no conectaba el balón. El devenir de la segunda parte se iba a ver en una falta que Sarabia golpeaba horriblemente mal a la barrera y otra que Banega no podía sacar peor en el lateral del área. André Silva tendría un par de disparos que no fueron lo suficientemente peligrosos y el primer cambio llegaba tarde: en el minuto 70, cuando Promes entraba por un Escudero nefasto. De hecho, hizo más daño Promes en dos jugadas que el vallisoletano en más de una hora. Tras una chilena de André Silva que se iba a las manos de Herrerín, Munir debutaba en un intento desesperado de Machín de cambiar algo, quitando a Roque Mesa.

Promes lo intentaba desde la frontal con un tiro que se iba fuera y, poco después, Williams dejaba muy lejos a Sergi Gómez en una contra en la que se puso a correr y acabó haciendo el 2-0 después de recortar a Vaclik. Bryan entraba por Kjaer al borde del tiempo reglamentario y el Sevilla perdía dos ocasiones: un tiro de Promes que detuvo el portero y otro de Sarabia a la media vuelta que despejaba la defensa a córner.

Se acababa el partido tras 5 minutos de descuento y el Sevilla se volvía a dejar puntos a domicilio, descolgándose de los dos puestos de arriba y permitiendo que los de atrás le recorten en una clasificación muy igualada. Toca afrontar la vuelta copera entre semana y salir el próximo domingo hacia el Santiago Bernabéu, donde esperemos no volver a dar esta imagen.