Luz verde: se rehizo de un mal arranque y tuvo algunas oportunidades. Los primeros 15-20 minutos del Sevilla fueron muy malos, pero con dos o tres acercamientos poco peligrosos el conjunto sevillista consiguió remontar el vuelo. Es una luz verde bastante tenue en un partido que nos deja muy malas sensaciones a todos.
El mejor tramo de los nervionenses fue en la segunda parte, entre los minutos 50 y 65 aproximadamente. Ahí tuvo Mercado una ocasión clarísima de cabeza, Navas le dio al larguero con un centro que se envenenó y Bartra le quitó un gol cantado a André Silva en el área. Por desgracia, todo terminó cuando Gil Manzano expulsaba de forma injusta a Roque Mesa, marcando un partido que el Sevilla no estaba jugando bien.
Luz amarilla: serio problema en la segunda línea. Esto es un claro ejemplo de luz roja que no es luz roja porque hay algo peor, pero el gran déficit de la plantilla esta temporada son los jugadores que están detrás del delantero. Falta velocidad, verticalidad, peligrosidad y gol. Debió venir Portu o alguien parecido, pensaba y pienso que en la plantilla hay un hueco; y espero que Promes salga bien y pueda solucionarlo en la medida de lo posible.
Hemos vuelto al mismo problema que el día del Villarreal, ni Sarabia ni Franco Vázquez han estado bien (el madrileño ha estado especialmente mal) y eso ha hecho que en el centro del campo haya una zona que no crea nada de miedo al rival y que aísla a André Silva arriba. El peligro llegó en algún contragolpe puntual o intentando subir por las bandas, pero muy poco desde dentro con la aportación de los dos medias puntas.
Luz roja: el día más negro de Pablo Machín. Hoy el técnico soriano se lleva un evidente suspenso. Probablemente haya sido el partido en el que menos me ha gustado su planteamiento, en el que menos soluciones le he visto plantear y en el que menos acertado ha estado con los movimientos en el banquillo.
Y es que el Sevilla no salió bien al campo, estuvo demasiado a verlas venir y el primer cuarto de hora fue nefasto. Después consiguió equilibrar la balanza, pero sin crear peligro. Tampoco estuvo acertado dejando en el campo a un Roque Mesa pasado de revoluciones cuando todo el sevillismo coincidía en el descanso en que se le debía sustituir, así como en esperar hasta el minuto 85 con el 1-0 en el marcador para dar entrada a Aleix Vidal y Promes. Espero que todo esto valga para aprender de los errores.
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