"Decepción en rojo y blanco"
Los 3 puntos vuelan lejos del Ramón Sánchez-Pizjuán en esta cuarta jornada de liga y se van para Getafe después de un partido muy malo del conjunto sevillista, que ha dejado sensaciones pobres y un ambiente de malestar en la grada.
No pudo empezar peor el partido. Apenas había comenzado el encuentro cuando Jorge Molina filtraba un balón entre la línea defensiva sevillista y dejaba a Ángel solo delante de Vaclik. El delantero del Getafe definió a la perfección para batir a Vaclik y poner el 0-1 en el marcador de un encuentro que se ponía cuesta arriba desde el primer momento.
Los visitantes tenían una idea de juego clara que ejecutaron a la perfección, ya que nada más marcar el gol se vio a un equipo sólido con una defensa bien plantada y al que no le gustaba la continuidad del partido, tratando de interrumpir el juego constantemente con faltas. El Sevilla tenía el balón pero no conseguía crear peligro con él. Roque Mesa, Banega, Nolito y Sarabia no jugaban un buen partido y los balones de Aleix Vidal y Navas eran malos o quedaban en nada.
Apenas tuvimos dos ocasiones, las dos en las botas de Nolito. Ambas fueron mano a mano contra David Soria y en ninguna definió bien, especialmente el segundo de ellos, cuando lanzó el balón fuera pese a tener todo de cara para anotar. Esta última oportunidad ya llegó con el 0-2 en el marcador, porque Ángel haría su doblete en el minuto 38 después de que Sergi Gómez le regalara el balón y Gnagnon se quedara mirando contemplativo. La defensa sevillista se mostró muy frágil y fácil de batir.
Al borde del descanso, Portillo perdonó el 0-3 cuando estaba delante de Vaclik. El guardameta checo paró el disparo del jugador azulón, que no definió bien. El partido se iba al descanso 0-2 en medio de una enorme pitada de la grada y Pablo Machín haría dos cambios durante la pausa: Ben Yedder entraba por Nolito y Roque Mesa dejaba su lugar a Franco Vázquez.
Fue precisamente el franco-tunecino el jugador más activo de una segunda parte en la que el Sevilla empezó bien. En el minuto 51, el árbitro le anulaba un gol a Ben Yedder. Después de consultar el VAR no cambió la decisión, algo incomprensible ya que se vio claramente (incluso en la cámara del VAR) que Ben Yedder partía en posición legal. El árbitro y el VAR nos arrebataban el 1-2 en un partido malo, sí, pero que podría haber cambiado con un gol. Sería protagonista también Ben Yedder unos minutos después, cuando no le pitaron un penalti por estar anteriormente en posición antirreglamentria (acertando esta vez).
Ángel iba a tener una ocasión más antes de ser sustituido, aunque Kjaer estuvo bien molestando en el área para que Vaclik pudiera hacerse con el esférico. El Sevilla se fue apagando con el paso de los minutos y solo Ben Yedder parecía más metido en la dinámica del encuentro, cosa que también haría Promes cuando sustituyó a Aleix Vidal en el 69. El holandés cuajaría unos minutos aceptables en medio de un mar de despropósitos.
Ben Yedder volvía a perderse un penalti por estar en fuera de juego y no volverían a aparecer las ocasiones en ninguna de las dos áreas más allá de un nefasto tiro de Sarabia desde la frontal al borde del tiempo de descuento. Se añadirían 9 minutos, pero ni eso sirvió de aliciente a un equipo cuya actitud dejó bastante que desear.
No ocurrió nada en el tiempo de añadido. El conjunto sevillista perdía un partido bochornoso en el que, personalmente, solo salvaría a Kjaer, André Silva, Ben Yedder y Promes. Bajamos hasta el puesto 11, con 4 puntos de 12 y una sensación de que hay mucho que mejorar, trabajar y replantearse y con el desconcierto de en qué ha trabajado el Sevilla durante este parón.
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