Volvieron las victorias ligueras y se mantuvo la buena racha en casa con un 2-0 al Málaga en un clima infernal.
La mejor ocasión de la primera parte llegó en el primer minuto. Navas recibía un balón botando en posición de disparo cruzado dentro del área. El palaciego no se lo pensó y ejecutó un tiro de volea que cogió un efecto diabólico pero que se fue por arriba.
El Sevilla se hizo dueño de la posesión, pero no consiguió crear demasiado peligro durante los primeros 45 minutos. La mayoría de los disparos de los sevillistas eran tiros tras jugadas largas y estáticas y todos se iban fuera. De hecho, Roberto no tuvo que parar ningún balón en el primer tiempo.
Lo más llamativo llegó en el minuto 25, cuando el árbitro concede el tiempo de refrigeración y todo el estadio se levanta a cantar "Tebas vete ya". El calor de Sevilla de 4 a 6 de la tarde es inhumano. Numerosos aficionados (incluido niños) tuvieron que ser atendidos por lipotimias. Mucha gente refugiada en los voladizos evitando los golpes de calor. Algún día ocurrirá una desgracia y los responsables mirarán para otro lado.
El juego era lento y el centro del campo creaba poco debido a la desaparición de un Franco Vázquez que no parecía estar en el partido y a la suplencia de Banega. El Sevilla dominaba el partido pero no tenía profundidad ninguna. Los 45 primeros minutos se iban a la basura.
La segunda parte empezó con una tónica parecida. El Málaga tenía un poco más de balón pero el buen hacer defensivo del Sevilla, tanto con los cuatro de atrás como con Pizarro, no le permitió avanzar.
Los de Berizzo tenían el balón pero no grandes ocasiones. La clave del partido fue la entrada de Banega, quien se puso al mando y empezó a hacer lo que mejor sabe, mandar. Repartió el juego como quiso y dio un manual de cómo jugar.
El Sevilla mejoró y no tardó mucho en notarse. Una buena jugada de Correa, que aportó verticalidad cuando menos la hubo, acaba en un claro penalti. Lo ejecutaría Éver Banega, decidió lanzarlo a la izquierda de Roberto y abajo. Imposible de parar, adelantó al Sevilla.
Entraba Nolito para sustituir a Correa. El Málaga sacaba, el Sevilla robaba rápido y Muriel se daría una cabalgada tremenda que acababa con el segundo gol del partido, tan solo un minuto después del primero. El partido parecía encarrilarse, y así fue. La ventaja en el marcador hizo que la defensa visitante abriera más huecos y dio a los sevillistas más oportunidades.
El Málaga tendría la mejor del partido pasado el minuto 80, con un cabezazo que detendría con solvencia David Soria. El guardameta volvía a jugar tras lesionarse ante el Espanyol y realizó buenas paradas, aunque se le vio dudoso en los balones aéreos y midió mal una salida que por suerte acabó en fuera de juego.
Se añadían 4 minutos, en los que Nolito tuvo una buena ocasión tras un pase al hueco que le permitía enfilar la portería. Falto de velocidad, el defensa le alcanzó y eso le obligó a tirar. Su disparo lo detenía Roberto. El Sevilla terminará la séptima jornada con 16 puntos de 21, en segunda posición a expensas de lo que haga el Atlético.
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