Luz verde: no diga Ben Yedder, diga gol. Después de un partido muy malo del Sevilla, un partido en el que apenas habíamos creado peligro y dando todos al Sevilla por dentro, Ben Yedder apareció en medio de la niebla para cazar un centro de Roque Mesa y ponerlo dentro de la portería. El franco-tunecino nos dio el empate de forma casi milagrosa y ya lleva 14 goles, colocándose como el máximo goleador del Sevilla esta temporada junto a Sarabia.
Luz amarilla: los errores de Pablo Machín. Hoy, ambos equipos salieron al campo con un esquema prácticamente calcado. Esto hizo que todos los futbolistas tengan una marca individual y aquí quedamos muy perjudicados al no crear peligro nuestros carrileros. Sin embargo, el soriano mantuvo esa misma formación durante los 90 minutos, llevándole esto a hacer cambios muñeco por muñeco que no cambiaron demasiado el panorama, como el caso del cambio Gnagnon por Mercado. Por otra parte, también es justo decir que el banquillo de hoy era de pocas garantías, quedando demostrado que en invierno deben venir jugadores al tener una plantilla que se antoja insuficiente para tres competiciones.
Luz roja: se notaron las ausencias. Enlazando con lo anterior y hablando de plantilla corta, el equipo sufrió demasiado que no estuvieran Banega, Sarabia y Kjaer. Hubo una flaqueza defensiva inusual, especialmente en los primeros minutos, causada por la ausencia de Kjaer. El danés es el que mejor va por arriba y hoy nos ganaron todas las jugadas de ese estilo, como es el caso del primer gol. Mercado estuvo pésimo y Carriço irreconicible. En el aspecto ofensivo, apenas existió el peligro con las bandas anuladas y sin el faro y timón del plantel sevillista. Los delanteros apenas tocaron la pelota al no existir la conexión entre las dos líneas del ataque.
Además, hay que destacar la enorme irresponsabilidad que comete Franco Vázquez. Pese al lamentable arbitraje y la expulsión perdonada a Nyom antes del descanso, no puedes esperar al árbitro en el túnel de vestuarios y decirle quién sabe qué. Grave error del argentino que deja tirado a su equipo, con un jugador menos toda la segunda mitad. Debería tomarse alguna medida de forma interna.
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