"Dos puntos que volaron con una falta"
El Sevilla prolonga su mala racha en Mestalla un partido más, después de no conseguir vencer pese a tenerlas todas consigo. Una falta que los locales materializaron en gol en el último minuto del partido sentenció a los sevillistas, que se tienen que conformar con viajar de vuelta a la capital andaluza con un solo punto más en el casillero.
Considerando las ausencias de Navas y Carriço, el Sevilla salía con el once más titular posible. Machín alineaba de inicio a Vaclik, Promes, Mercado, Kjaer, Sergi Gómez, Escudero, Banega, Franco Vázquez, Sarabia, Ben Yedder y André Silva.
El Sevilla prolonga su mala racha en Mestalla un partido más, después de no conseguir vencer pese a tenerlas todas consigo. Una falta que los locales materializaron en gol en el último minuto del partido sentenció a los sevillistas, que se tienen que conformar con viajar de vuelta a la capital andaluza con un solo punto más en el casillero.
Considerando las ausencias de Navas y Carriço, el Sevilla salía con el once más titular posible. Machín alineaba de inicio a Vaclik, Promes, Mercado, Kjaer, Sergi Gómez, Escudero, Banega, Franco Vázquez, Sarabia, Ben Yedder y André Silva.
El partido empezó con la que sería la ocasión más clara de la primera parte. El Valencia ejecutaba una falta al área y Vaclik detenía el cabezazo con una buenísima mano abajo, reponiéndose después y volviendo a levantarse para detener también el rechace y sacarlo a córner, un córner en el que después el conjunto local no sacaría nada. Y es que el Sevilla salió mal en los primeros minutos, demasiado a verlas venir. Aproximadamente, en los primeros 10 minutos fueron los chés los que se acercaron a nuestra área, teniendo un tiro de Soler desde la frontal que cortaría Kjaer.
Después de este arranque, el partido se estabilizaría y el Sevilla empezaría a tener más balón, aunque no consiguió hacer nada con él. El buen rendimiento defensivo se contrastaría con la nula capacidad de crear peligro arriba. Así, la primera parte tendría una fase de dominio de balón sevillista y otra de dominio valencianista. Fue precisamente ese buen hacer del conjunto entrenado por Machín atrás lo que propició que en el partido no pasaran cosas, ya que eran los locales los que proponían más y estaban más en campo contrario (de hecho, los sevillistas apenas pisaron territorio rival pasada la primera hora).
No hay muchas ocasiones que señalar en el primer tiempo más allá de la ya mencionada en el arranque. El Valencia lo intentaría con un tiro abajo y al palo de Parejo que atrapaba a Vaclik y una falta ejecutada por el mismo jugador que sacaba la barrera. En el Sevilla, un tiro blandito de Escudero y otro de Ben Yedder con poco espacio fueron los únicos acercamientos en una primera parte de pocas ocasiones y mucho balón estático que se fue al descanso sin goles y siendo dominada por las defensas.
El segundo tiempo fue radicalmente distinto y arrancó con un intercambio de golpes en el que el Valencia amagó primero y el Sevilla después con sendos tiros dentro del área de Carlos Soler y Sarabia, siendo más peligroso el primero que el segundo, pues Vaclik tuvo que detenerla abajo mientras a Neto le vino a las manos. Ahora encontraba con más facilidad el área rival el conjunto sevillista y Promes activó el carril derecho hasta encumbrarse como uno de los mejores jugadores del encuentro.
Precisamente por el carril derecho nació la jugada del gol. Sarabia abría el marcador en el minuto 56, haciendo su décimo tercer gol esta temporada tras cazar en el área un tiro que a Ben Yedder le salió mordido tras un mal despeje de Garay. El partido se ponía favorable para los intereses sevillistas y Mestalla comenzaba a ponerse nerviosa, ya que la paciencia de los de Pablo Machín estaba dando resultado.
Los instantes posteriores al gol tuvieron color completamente rojiblanco, pero el Valencia fue activándose de nuevo y cada vez iba más decidido al ataque ante su necesidad de ganar o, al menos, de no perder. Soler paseó un balón en el área y lo intentaron con muchos centros, balones largos y tiros lejanos, todos repelidos por una defensa sevillista a la cual quiero alabar por su gran actuación. El Sevilla tuvo su mejor ocasión en un tiro lejano que Banega estrellaba en el palo. Entraba Amadou por Franco Vázquez.
Y entonces llegaron los errores que costaron el partido al Sevilla. André Silva finalizaba una gran jugada de Promes con un incomprensible tiro al palo después de regatear a Neto y Muriel entraba en lugar de Ben Yedder a cinco minutos del 90. Estaba resistiendo el Sevilla sin pasar apuros hasta que el colombiano, recién entrado, comete una innecesaria falta que solo muestra falta de intensidad y que acaba costando el 1-1, materializado por Diakhaby de cabeza y ante la mala salida de Vaclik.
Fallaron los que nunca fallan, portero y delantero, acrecentado por un Muriel que cada vez acumula más detractores y que no debió salir de un banquillo que se queda corto en una plantilla que no parece pasar de 15 jugadores (con Navas, Gonalons y Aleix lesionados). Terminaba el partido y el Sevilla perdía los puntos y el liderato provisional. Acabará la jornada segundo, empatado a puntos con el Atlético y a 0, 1 ó 3 del Barcelona, que tiene que jugar con el Espanyol. Lo más importante, que el golpe no afecte anímicamente de cara a la final del jueves.
El segundo tiempo fue radicalmente distinto y arrancó con un intercambio de golpes en el que el Valencia amagó primero y el Sevilla después con sendos tiros dentro del área de Carlos Soler y Sarabia, siendo más peligroso el primero que el segundo, pues Vaclik tuvo que detenerla abajo mientras a Neto le vino a las manos. Ahora encontraba con más facilidad el área rival el conjunto sevillista y Promes activó el carril derecho hasta encumbrarse como uno de los mejores jugadores del encuentro.
Precisamente por el carril derecho nació la jugada del gol. Sarabia abría el marcador en el minuto 56, haciendo su décimo tercer gol esta temporada tras cazar en el área un tiro que a Ben Yedder le salió mordido tras un mal despeje de Garay. El partido se ponía favorable para los intereses sevillistas y Mestalla comenzaba a ponerse nerviosa, ya que la paciencia de los de Pablo Machín estaba dando resultado.
Los instantes posteriores al gol tuvieron color completamente rojiblanco, pero el Valencia fue activándose de nuevo y cada vez iba más decidido al ataque ante su necesidad de ganar o, al menos, de no perder. Soler paseó un balón en el área y lo intentaron con muchos centros, balones largos y tiros lejanos, todos repelidos por una defensa sevillista a la cual quiero alabar por su gran actuación. El Sevilla tuvo su mejor ocasión en un tiro lejano que Banega estrellaba en el palo. Entraba Amadou por Franco Vázquez.
Y entonces llegaron los errores que costaron el partido al Sevilla. André Silva finalizaba una gran jugada de Promes con un incomprensible tiro al palo después de regatear a Neto y Muriel entraba en lugar de Ben Yedder a cinco minutos del 90. Estaba resistiendo el Sevilla sin pasar apuros hasta que el colombiano, recién entrado, comete una innecesaria falta que solo muestra falta de intensidad y que acaba costando el 1-1, materializado por Diakhaby de cabeza y ante la mala salida de Vaclik.
Fallaron los que nunca fallan, portero y delantero, acrecentado por un Muriel que cada vez acumula más detractores y que no debió salir de un banquillo que se queda corto en una plantilla que no parece pasar de 15 jugadores (con Navas, Gonalons y Aleix lesionados). Terminaba el partido y el Sevilla perdía los puntos y el liderato provisional. Acabará la jornada segundo, empatado a puntos con el Atlético y a 0, 1 ó 3 del Barcelona, que tiene que jugar con el Espanyol. Lo más importante, que el golpe no afecte anímicamente de cara a la final del jueves.
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