Luz verde: milagroso empate y séptima plaza salvada. Al contrario que ocurrió en el 2-2 contra el Barcelona, el resultado del partido de hoy parece hasta bueno viendo cómo se puso el partido, ya que el Sevilla consiguió sacar un punto después de ponerse dos goles abajo y de que le expulsaran a un jugador. Esto hace, además, que el Celta no le pase en caso de ganar, que el Villarreal no se escape y que le ganemos el gol 'average'.
Y es que, en los últimos minutos, el conjunto amarillo se encerró atrás ante las acometidas de un Sevilla que empezó a creer tras la expulsión de Jaume Costa aunque Nolito fallara el penalti. Finalmente, con mucho empuje y un juego que no se explica por qué no apareció antes, llegó a haber ocasiones para llevarse la victoria. Un partido loco que refleja la temporada del Sevilla, que sigue dejando en el sevillismo un sabor agridulce.
Luz amarilla: faltan dos cosas, un delantero y actitud en liga. Empecemos por lo primero. Muriel o Ben Yedder, Ben Yedder o Muriel, ninguno de los dos vale para jugar solo arriba pese a que el francés tenga más gol que el colombiano, es algo más que evidente a estas alturas. Hoy el titular fue este último y apenas se le vio por el partido, mucho menos aún interviniendo bien. Parte del estadio le brindó una sonora pitada al ser sustituido por Ben Yedder, que se autoexpulsó por protestar al árbitro (quien, desde luego, no ayudó nada al Sevilla).
Después está el incomprensible bajón que el equipo da cuando llega la liga. Después de jugar unos minutos en los que el Sevilla controló el partido pero no se adelantó (como siempre), encajamos el primero y nos vinimos abajo. Esta imagen irreconocible tiene que cambiar, porque quedan 6 partidos de liga y cada vez se aprieta más la tabla. No es normal que el equipo no gane en casa a ningún equipo medianamente serio.
Luz roja: Vincenzo Montella, un nulo gestor de minutos y cambios. Berizzo se fue del Sevilla por su tremenda incapacidad para dirigir a este equipo con sus locas rotaciones y llegó uno que, por todo lo contrario, tampoco está siendo capaz de administrar los minutos de juego de los jugadores. Tampoco saca nada con sus cambios, hoy una vez más. Muñeco por muñeco, todo muy forzado.
Jugadores como Sandro, que se dejan todo en el campo, no tienen apenas minutos. Más aún, el canario juega en la banda en lugar de en punta, que es donde más puede rendir. Hoy Roque Mesa estuvo diez minutos en el campo, suficiente para que me pregunte por qué solo ha jugado unos 70-80 minutos en el Sevilla, ya que salió a comerse el campo y tiró del equipo en el último tramo. En el otro extremo, encontramos a un Franco Vázquez al que se le nota cansado y que necesita un pequeño respiro, ya que está lento de reacción y velocidad. Lo mismo le ocurre a un Sarabia irreconocible, con la desventaja de que este último no tiene recambio, aunque yo probaría ahí a Layún.
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