Luz verde: probablemente, el mejor partido de la temporada. Los que hemos asistido hoy al Ramón Sánchez-Pizjuán hemos visto un gran partido de fútbol. El Sevilla Fútbol Club ha sometido al Barcelona durante 85 minutos, ha sido superior y ha impuesto su juego con personalidad.
Una faceta a destacar es el peligro que hemos creado en los contraataques, con un Navas descomunal, el 'Mudo' con la batuta de las mismas y arrancando en un N'Zonzi que fue fundamental en las transiciones. El Sevilla más raro que recuerdo ha vuelto a demostrar que, cuando quiere, puede plantarle cara y ganar a cualquiera.
Luz amarilla: una mala gestión de los minutos. Montella tiene cosas buenas (como los planteamientos de los partidos), pero sin duda la que menos me gusta de él es la mala gestión de minutos. Por ejemplo, Muriel no tiene gol a pesar de hacer un buen trabajo y Correa ha hecho un mal partido. Podría haber sido una buena idea dar minutos a Ben Yedder (que no jugó el último partido con Francia) y mover a Muriel a banda.
También está Sandro para la banda o la punta, pero ni siquiera va convocado. Ese caso es extraño, al igual que el de Roque Mesa. No se sabe qué ocurre con ambos, que no cuentan. También acabó Franco Vázquez el partido asfixiado, pero no fue sustituido. El propio Muriel no podía casi correr. O Montella lo está haciendo muy mal o los refuerzos de invierno son un desastre, como todo lo que Óscar Arias toca.
Luz roja: falta de gol y de carácter. Parece imposible que el Sevilla no haya ganado el partido hoy, pero es lo que ocurre cuando perdonas contra el mejor -probablemente- equipo del mundo. El Sevilla pudo marcar 5 ó 6 goles perfectamente y perdonó una ocasión tras otra, alguna muy clara. No hay un delantero centro y sin gol no se ganan partidos, menos aún contra estos equipos.
Después está el minuto fatídico. Es inconcebible que, en el minuto 87 y con el partido 2-0, seas incapaz de mantener el resultado. Es más, es inconcebible que te marquen el segundo tan solo 30 segundo después de que te marquen el primero. También hay mucho que debatir sobre Sergio Rico aquí, al que se le queda la mano un poco blanda en el segundo gol con un tiro bastante lejano. Un portero que nunca termina de transmitir seguridad y que ya lleva 4 años jugando aquí.
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