"Una noche mágica con infortunios que exigirán tirar de épica"
El Bayern de Múnich se lleva una victoria del Ramón Sánchez-Pizjuán y pone la vuelta muy difícil si queremos estar en semifinales de Champions. Un 1-2 duro fue el resultado al término del partido.
El Sevilla jugó una grandísima primera parte en la que fue mejor que el conjunto alemán, al que le sirvió un rebote para coger aire y poder reponerse en el descanso. Fueron los visitantes los que más tuvieron el balón, pero los de Montella supieron asustar al Bayern con verticalidad y unas contras bien lanzadas.
Llegaron ocasiones para ambos equipos. En el equipo bávaro, las más claras fueron sendos tiros de Müller y Thiago desde la frontal, fuera el primero y detenido por un buen David Soria el segundo. El Sevilla tuvo remates que no fueron a nada, hasta que Sarabia falló una clarísima: un balón que quedaba muerto ante Ulreich y que falló con toda la portería para él y con el portero vendido.
Pero 10 minutos más tarde, el madrileño se quitaría esa espinita. Un centro desde la banda contraria y un control lo dejarían solo ante el meta, y esta vez no fallaría. El Sevilla se adelantaba y Nervión enloquecía de euforia e ilusión. El Sevilla estaba un paso más cerca de un sueño.
Los siguientes instantes fueron de dominio rojo y blanco, pero aquí llegó el punto decisivo de la eliminatoria. Un tiro lateral de Ribéry era desviado por Navas. A David Soria casi le da tiempo a reaccionar cuando ya estaba vencido, tocando el balón y dando este en el palo, pero colándose finalmente. Un gol con fortuna igualaba el marcador y suponía un mazazo duro que dio alas al Bayern.
El 1-1 era el marcador al descanso. Heynckes había tenido que quitar a Vidal por lesión para dar entrada a James. Antes de comenzar la segunda mitad, sustituiría a Bernat (que tenía amarilla y estaba sufriendo con Correa) por Rafinha. El partido se reanudó con un color muy distinto, el Sevilla perdió el balón y el Bayern comenzó a dominar. Los primeros minutos del segundo tiempo eran muy grises.
Aún así, tuvimos una gran ocasión. Correa le puso un balón al 'mudo' en el punto de penalti, pero este no estuvo rápido y se anticipó un defensa tirándose al suelo. Era una oportunidad de volver a adelantarse aislada entre un ataque constante de los de Heynckes, que empezaron a bombardear a centros. La mejor ocasión la tuvo Javi Martínez, cabeceando un centro en el que David Soria sacó una mano espectacular.
Pero tan solo dos minutos más tarde, otro centro desde la banda izquierda acabaría en gol de Thiago. Nada pudo hacer nuestro portero, ya que el balón rebotó en Escudero y cambió su trayectoria. La mala suerte volvía a toparse con el Sevilla, esta vez siendo inferiores en el resultado. Aún sacaría nuestro guardameta un par de manos de alto nivel.
Tardó mucho Montella en hacer los cambios. En el minuto 75 entró Sandro por Correa y poco después Muriel sustituía a Ben Yedder. Ni siquiera llegó a hacer el tercero. No ayudó el técnico italiano al equipo ni con los tiempos ni con el planteamiento, y las oportunidades llegaban más por corazonadas que por ideas, que había pocas. Ulreich hizo una buena parada a un disparo de Sandro buscando la escuadra y otro tiro desde fuera de N'Zonzi se iría por poco a la derecha de la portería.
El partido moriría con alguna ocasión poco clara para el equipo visitante y un 1-2 que obliga a tirar de épica en el Allianz Arena con un marcador muy desfavorable. No podemos dejar de soñar, tenemos que morir intentándolo y hacer todo lo posible por honrar este escudo. De momento, hay que ganar el sábado en Vigo para no quedarse fuera de puestos europeos y evitar así un fracaso.
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