Luz verde: la vuelta de los habituales. Cuando nos ofrecían los onces, veíamos a André Silva titular y a Ben Yedder en el banquillo. Ambos volvían a la convocatoria, y el franco-tunecino saldría al campo nada más empezar la segunda parte. La vuelta de ambos ha sido fundamental para el Sevilla, ya que ambos incrementan de forma considerable el nivel del Sevilla. Gracias a André Silva, ganamos un delantero que interpreta bien el juego y al que solo dos paradas le privaron de dos buenos goles. Por otra parte, Ben Yedder da movilidad y picardía y, por si fuera poco, el gol de la victoria.
También fue fundamental la profundidad de las bandas. Escudero estuvo muy bien en la primera parte, dando tres claros balones de gol que no acabaron materializándose. En la segunda mitad fue Navas uno de los más importantes, muriendo a la carrera cuando el equipo sufría, nutriendo de balones al área y recorriendo la banda de arriba a abajo. Mientras que el palaciego es una bendición para el sevillista, el vallisoletano ya ha vuelto de su lesión para quedarse.
Luz amarilla: el desorden se solucionó con un cambio. La segunda parte empezó con un ritmo bastante más bajo que en el primer tiempo y con el Sevilla un gol por debajo, pero cuando el Sevilla marcó el 1-1 el partido se volvió completamente loco. Empezaron a llegar muchas ocasiones por ambos lados mediante contragolpes rápidos y con las estructuras defensivas desencajándose.
El centro del campo sevillista, con Banega y Franco Vázquez (con amarilla) con una acumulación de minutos mayor, se había partido y en cualquier momento podíamos encajar el segundo gol. Aquí es donde Pablo Machín acierta de lleno cuando decide dar entrada a Gonalons por el 'Mudo', siendo el francés quien consiguió dar orden al equipo, que a partir de ahí construyó su superioridad para acabar venciendo.
Luz roja: Promes no termina de ilusionar. El holandés es el fichaje más caro del Sevilla, pero lo cierto es que no está terminando de demostrar que vale los más de 20 millones que pagó el club por él en verano. Hoy era su mejor oportunidad porque salía al lado de André Silva y con un equipo lleno de titulares y, aunque siempre tenga alguna jugada en la que se le ve la calidad, no termina de aportar demasiado al equipo, que pide y necesita más de él.
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