"Guión rocambolesco"
No pudo el Sevilla llevarse la quinta victoria consecutiva, ya que cayó ante el Barcelona en el Camp Nou en un partido en el que pasaron muchas cosas y en el que dio la sensación de que pudo hacer mucho más. Perdemos el liderato en favor del equipo culé, pero el equipo se mantiene en puestos de Champions.
Y es que lo cierto es que el conjunto de Pablo Machín se sentenció el partido en los primeros minutos del mismo, ya que salió con un excesivo respeto al escenario. El rival olió ese miedo y no perdonó, con el siempre peligroso Messi a la cabeza. En el minuto 2 asistía para que Coutinho hiciera el 1-0 colocando un balón a la escuadra desde dentro del área y en el 13 sería él el autor del 2-0 después de coger un balón, encarar a Sergi Gómez y ajustar la pelota desde fuera del área al palo largo, donde era imposible para Vaclik. Dos fallos defensivos y un mal arranque no son perdonados por uno de los mejores equipos del mundo en su campo. En el minuto 6 perdonamos además el 1-1, cuando Arana lo intentó con un tiro cruzado al palo que finalizaba un buen contragolpe sevillista.
Al cuarto de hora del partido ocurriría algo que decantó el futuro del mismo. Messi se lesionaba en el codo y tendría que abandonar el campo para que lo sustituyera Dembélé. Sin el argentino en el terreno de juego, el Sevilla fue tomando la iniciativa y poco a poco se fue haciendo mejor que el equipo blaugrana, pero le faltaba esa pizca de maldad de otros partidos, faltaba creerse que se podía arañar algo de allí, y por ello no encontrábamos la verticalidad y la peligrosidad de otras ocasiones, no llegando así las ocasiones claras.
Lo intentaba bastante el Sevilla por la banda de Navas y tenía alguna ocasión tímida como un cabezazo forzado de Franco Vázquez. El Barcelona generó peligro al contraataque aprovechando que los sevillistas se replegaban para buscar el gol. Coutinho volvía a probarse, Dembélé finalizaba un ataque con un mal tiro cruzado y Luis Suárez disparaba desde la frontal a las manos de Vaclik. Sarabia tuvo una ocasión muy clara al borde del descanso, con un tiro de primeras al centro raso de Navas que se iba al lateral de la red.
El partido se iba al descanso con un pesado 2-0, un marcador difícil que no hizo que el Sevilla bajara los brazos. De hecho, salió al segundo tiempo siendo muy superior en todos los aspectos... menos en la definición. El Barcelona no había salido aún del vestuario, no se enteraba de la película; pero los de Machín no lo aprovecharon. En el minuto 55, además, un contratiempo: Mercado sustituía a un Kjaer que se marchaba tocado.
Dos intentos poco peligrosos del Barcelona precedieron a los minutos decisivos del encuentro. En el 57, Jordi Alba cortaba un centro en el área con el brazo despegado al cuerpo y ni árbitro ni VAR señalaban mano (tercer error grave de la temporada), un minuto después Luis Suárez desaprovechaba una oportunidad en el área y en el 61 el Sevilla iba a tener la mejor oportunidad de acortar distancias. Ter Stegen volaba para detener un magnífico cabezazo de André Silva y volaría para levantarse y tapar rambién un tiro de Franco Vázquez a placer en el rebote. Salió a la contra el Barcelona, que hizo el tercero desde los once metros en las botas de Luis Suárez después de que Vaclik cometiera penalti. El partido pasaba de poderse poner 2-1 a 3-0.
Bajaron los ánimos sevillistas con una ventaja tan amplia, pero no aún así dejaron de intentarlo. Ben Yedder tendría dos oportunidades que no aprovechó, Roque Mesa entraba por Franco Vázquez y Muriel hacía lo propio con André Silva. Lenglet lo intentaba de cabeza y Vaclik le sacaba un buen tiro abajo a Luis Suárez.
En el minuto 81, un disparo lejano de Sarabia era desviado e introducido en propia portería por Lenglet, en un gol que ponía el 3-1 pero que llegó un poco tarde, con varios cambios ya hechos y después de todo lo anteriormente ocurrido. Aunque esto no iba a impedir que el Sevilla pudiera volver a marcar un gol, Muriel disparaba arriba desde la frontal y Ter Stegen volvía hacerse colosal con otra doble intervención de escándalo, negando el gol al Sevilla. Para hacer más sangre, Rakitic marcaba un golazo en el 88 y ponía el 4-1.
Muriel haría el 4-2 en el descuento con un buen tiro al segundo palo al que no podía llegar el portero alemán y el partido finalizaba con la primera derrota del Sevilla en liga cinco partidos después, en un encuentro completamente loco en el que Ter Stegen, una decisión arbitral, los primeros pésimos minutos y, sobre todo, el miedo, impidieron al Sevilla sacar algo más en un resultado más abultado de lo que debió haber sido.
Y es que lo cierto es que el conjunto de Pablo Machín se sentenció el partido en los primeros minutos del mismo, ya que salió con un excesivo respeto al escenario. El rival olió ese miedo y no perdonó, con el siempre peligroso Messi a la cabeza. En el minuto 2 asistía para que Coutinho hiciera el 1-0 colocando un balón a la escuadra desde dentro del área y en el 13 sería él el autor del 2-0 después de coger un balón, encarar a Sergi Gómez y ajustar la pelota desde fuera del área al palo largo, donde era imposible para Vaclik. Dos fallos defensivos y un mal arranque no son perdonados por uno de los mejores equipos del mundo en su campo. En el minuto 6 perdonamos además el 1-1, cuando Arana lo intentó con un tiro cruzado al palo que finalizaba un buen contragolpe sevillista.
Al cuarto de hora del partido ocurriría algo que decantó el futuro del mismo. Messi se lesionaba en el codo y tendría que abandonar el campo para que lo sustituyera Dembélé. Sin el argentino en el terreno de juego, el Sevilla fue tomando la iniciativa y poco a poco se fue haciendo mejor que el equipo blaugrana, pero le faltaba esa pizca de maldad de otros partidos, faltaba creerse que se podía arañar algo de allí, y por ello no encontrábamos la verticalidad y la peligrosidad de otras ocasiones, no llegando así las ocasiones claras.
Lo intentaba bastante el Sevilla por la banda de Navas y tenía alguna ocasión tímida como un cabezazo forzado de Franco Vázquez. El Barcelona generó peligro al contraataque aprovechando que los sevillistas se replegaban para buscar el gol. Coutinho volvía a probarse, Dembélé finalizaba un ataque con un mal tiro cruzado y Luis Suárez disparaba desde la frontal a las manos de Vaclik. Sarabia tuvo una ocasión muy clara al borde del descanso, con un tiro de primeras al centro raso de Navas que se iba al lateral de la red.
El partido se iba al descanso con un pesado 2-0, un marcador difícil que no hizo que el Sevilla bajara los brazos. De hecho, salió al segundo tiempo siendo muy superior en todos los aspectos... menos en la definición. El Barcelona no había salido aún del vestuario, no se enteraba de la película; pero los de Machín no lo aprovecharon. En el minuto 55, además, un contratiempo: Mercado sustituía a un Kjaer que se marchaba tocado.
Dos intentos poco peligrosos del Barcelona precedieron a los minutos decisivos del encuentro. En el 57, Jordi Alba cortaba un centro en el área con el brazo despegado al cuerpo y ni árbitro ni VAR señalaban mano (tercer error grave de la temporada), un minuto después Luis Suárez desaprovechaba una oportunidad en el área y en el 61 el Sevilla iba a tener la mejor oportunidad de acortar distancias. Ter Stegen volaba para detener un magnífico cabezazo de André Silva y volaría para levantarse y tapar rambién un tiro de Franco Vázquez a placer en el rebote. Salió a la contra el Barcelona, que hizo el tercero desde los once metros en las botas de Luis Suárez después de que Vaclik cometiera penalti. El partido pasaba de poderse poner 2-1 a 3-0.
Bajaron los ánimos sevillistas con una ventaja tan amplia, pero no aún así dejaron de intentarlo. Ben Yedder tendría dos oportunidades que no aprovechó, Roque Mesa entraba por Franco Vázquez y Muriel hacía lo propio con André Silva. Lenglet lo intentaba de cabeza y Vaclik le sacaba un buen tiro abajo a Luis Suárez.
En el minuto 81, un disparo lejano de Sarabia era desviado e introducido en propia portería por Lenglet, en un gol que ponía el 3-1 pero que llegó un poco tarde, con varios cambios ya hechos y después de todo lo anteriormente ocurrido. Aunque esto no iba a impedir que el Sevilla pudiera volver a marcar un gol, Muriel disparaba arriba desde la frontal y Ter Stegen volvía hacerse colosal con otra doble intervención de escándalo, negando el gol al Sevilla. Para hacer más sangre, Rakitic marcaba un golazo en el 88 y ponía el 4-1.
Muriel haría el 4-2 en el descuento con un buen tiro al segundo palo al que no podía llegar el portero alemán y el partido finalizaba con la primera derrota del Sevilla en liga cinco partidos después, en un encuentro completamente loco en el que Ter Stegen, una decisión arbitral, los primeros pésimos minutos y, sobre todo, el miedo, impidieron al Sevilla sacar algo más en un resultado más abultado de lo que debió haber sido.
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