Luz verde: Montella trae una buena base. A pesar de que el técnico napolitano hereda un equipo poco trabajado y, por tanto, tiene mucho trabajo por delante; parece que la idea que trae es buena y puede hacer crecer al Sevilla. En la primera mitad, al conjunto sevillista se le vieron cosas que no se le habían visto hasta ahora esta temporada.
Al Sevilla se le vio como un conjunto más vertical, con una actitud ofensiva de mirar más a la portería rival. Se vieron unas significativas transiciones rápidas, un par de contras con velocidad; algo nuevo hasta ahora. También es una buena noticia la recuperación de N'Zonzi, del que esperemos poder ver su mejor nivel.
Luz amarilla: inestabilidad en la segunda parte. Aunque el partido ya estuviera encarrilado, el Sevilla arriesgó y pudo ver acortada su distancia en el marcador (incluso Sergio Rico tuvo que detener un penalti). Durante los últimos 45 minutos, el Cádiz tuvo varias ocasiones para acercarse.
Los peores minutos llegaron con la entrada de Álvaro y Salvi, extremos locales que suelen contar con minutos en el conjunto gaditano. Aquí, el que más sufrió fue Corchia, que no se comunicó correctamente con Navas y que defendió con alfileres. Lo mismo le ocurrió a un Pizarro que desapareció, con muy poca presencia en el centro del campo.
Luz roja: los problemas con el delantero no han desaparecido. Muriel fue el elegido por Montella para arrancar ayer como titular y, nada más lejos de la realidad, su partido fue bastante gris. No aportó demasiado al juego del equipo, poco más allá de algunos pases horizontales y sencillos. En la toma de decisiones, muy erráticos. Siguen pesando mucho los más de 20 millones que se pagaron por él.
Entró Ben Yedder pasado el minuto 60, que pudo hacer bastante poco ya que el equipo no atacó demasiado. Fue él quien bajó a por el balón. Y es que, a pesar de tener buenos números, el franco-tunecino es un jugador de espacios y no un delantero de referencia. Eso es lo que falta arriba y es lo que hay que fichar en este mercado invernal.
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