Luz verde: Ben Yedder. El francés volvió a dar los tres puntos al Sevilla con sus tantos, y ya van tres en dos partidos. Necesitaba minutos, se los han dado y está respondiendo. En solo cuatro días ha dado al Sevilla 6 puntos. Parece que el galo ya está enchufado, y ahora va a ser difícil quitarlo de ahí.
Todo lo que toca lo convierte en gol. Pero no solo eso, su participación en ataque es importantísima. Es omnipresente en el último cuarto de la cancha, tiene una movilidad exquisita y está leyendo muy bien el juego de ataque. Busca el balón y lo juega con acierto, aunque hoy le ha llegado un poco menos que en la segunda parte contra el Lyon. Eso sí, cumple en lo importante, tiene dos ocasiones y marca dos goles. Por ahora, le ha ganado la partida a un Vietto al que se le ven las ganas pero que está impreciso y aparece menos. Esperemos que con el tiempo podamos ver una competencia sana en la delantera.
Luz amarilla: pocas llegadas rivales, pero gol. La mejora defensiva del Sevilla es patente, el equipo controla mejor las situaciones y se adueña del partido, pero ahora de verdad. La posesión empieza a materializarse en más dominio, en más llegadas arriba. Las estadísticas no dejan lugar a duda de quién fue a por el partido y quién salió a verlas venir.
Mercado y Pareja son, a día de hoy, un seguro. La zaga que forman los dos argentinos está cuajando a las mil maravillas y a ambos se les ve muy seguros y centrados, sin cometer errores ni tonterías y serios atrás, aunque podrían buscar en ocasiones el juego un poco más hacia adelante (por poner un mínimo "pero").
Sin embargo, nos han llegado una vez y nos han marcado un gol. Aquí ha habido un poco de despiste general, pero habría que señalar de nuevo a Sergio Rico. El canterano llevaba unas actuaciones de alto nivel, pero con la nueva convocatoria de la selección le hemos visto errar de nuevo. En el gol, tanto el que erró en el remate como el que hizo el gol recibieron el balón en el área pequeña.
Luz roja: horario y actitud del club. No creo que sea el día de señalar ningún jugador ni aspecto del juego. Esta vez la crítica va mucho más allá. Es inadmisible que a más de 30º se pueda jugar un partido de fútbol en Sevilla a las cuatro de la tarde a pleno sol y a 1 de octubre. El horario es criminal, el responsable de esto no tiene vergüenza pero menos tendrían nuestros directivos si de verdad han apoyado a Tebas.
El club lo ha vuelto a hacer, y al final del descanso volvieron a cortar el agua en los servicios. Esta vez han tardado más en hacerlo, pero no les ha temblado el pulso para ello cuando han visto que los litros (el dinero) salían de los lavabos. Es mucho más fácil que nos compren una botella, así ganamos el pastón que cuesta (y encima te la damos sin tapón). Kiko Femenía ha tenido que abandonar el partido por un golpe de calor, y lo mismo le pasó a Gayá hace unas semanas. Algún día ocurrirá una desgracia, y entonces todos lo lamentaremos sin que haya ningún responsable.
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