Luz verde: dominio del partido. El Sevilla ha pasado por encima al Dinamo de Zagreb, ha sabido jugar el partido conforme a la situación que se planteaba. El conjunto local se echó atrás desde los primeros minutos y el equipo de Sampaoli salió sin prisas, con paciencia, esperando su oportunidad, oportunidad que llegaría con el gol de Nasri.
Los jugadores supieron leer el partido y lo tuvieron controlado en todo momento, excepto en 5 minutos que el Dinamo creó dos ocasiones de peligro seguidas y se acercó más al área sevillista. Aún así, los datos son demoledores: ninguna para de Sergio Rico (ningún tiro a puerta), 75% de posesión, 844 pases intentados del Sevilla frente a unos 200 del Dinamo... Un partido tranquilo, un protagonismo más eficaz que en otras ocasiones y sobre el que hay que trabajar.
Luz amarilla: relajación. Con el paso de los minutos y después del gol, especialmente a partir de los 50-60 minutos de partido, el Sevilla fue aflojando el pistón teniendo solo un gol de diferencia. Es cierto que la sensación de peligro de los croatas era mínima, pero nunca te puedes fiar y de hecho hubo algunos minutos con algún pequeño (que no implica que sea inexistente) susto.
Si el Sevilla hubiera mantenido la intensidad arriba de la primera parte, que tampoco era un ritmo excesivo como para alargarlo un poco más, podría haber encontrado el segundo gol (aunque en esto del fútbol nunca se sabe) y haberse podido "relajar" un poco más, con un colchón de dos goles difícil de salvar viendo las circunstancias del partido.
Luz roja: de menos a más. La de hoy es una luz roja muy tenue, y realmente podríamos decir que es una continuación de la luz amarilla.
El ritmo del partido fue decreciendo con el paso de los minutos hasta llegar a un punto de la segunda parte en el que veíamos jugadas demasiado largas y lentas, con un número excesivo de toques atrás (es decir, lo que hemos visto en alguna ocasión). Bien es cierto que esto ha sido circunstancial y no ha entrañado los riesgos de las otras ocasiones.
Es fundamental mantener el ritmo del partido cuando el partido aún no está sentenciado, y eso es lo que le ha faltado en ciertos momentos a un Sevilla que hoy ha sido dueño y señor del partido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario