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domingo, 21 de abril de 2019

El semáforo: Getafe CF 3-0 Sevilla FC

Luz verde: -

Luz amarilla: aún se puede mirar al cuarto puesto. La derrota de hoy supone dejar al Getafe la plaza Champions, sacándonos ahora mismo 2 puntos. El Valencia puede pasarnos si gana al Betis en el partido de esta noche. Sin embargo, hay que seguir peleando porque la siguiente jornada se juegan los partidos Sevilla - Rayo, Getafe - Madrid y Valencia - Atlético, jornada en la que hay que intentar recuperar la cuarta plaza para el tramo final. Quedan cinco partidos en los que no se pueden perder puntos, especialmente en estos primeros teniendo en cuenta que las últimas dos jornadas son la visita al Metropolitano y el duelo ante el Athletic en casa.

Luz roja: el arbitraje y lo que no es el arbitraje. Mateu Lahoz desquició a todos los sevillistas por enésima vez mientras en la directiva nadie alza la voz. Un árbitro valenciano en el campo y otro en el VAR que hicieron que se fueran a revisar los dos penaltis a la pantalla (el primero sí era y el segundo es dudoso), jugadas interpretables que generalmente el VAR deja a criterio del árbitro, que no pitó ninguna al inicio. Además, el segundo penalti le costó la segunda amarilla a Escudero, que estaba de espaldas y al que el balón le dio primero en la cabeza. Otro "infortunio" más con Mateu en el campo que hizo que nos fuéramos al descanso con dos penaltis en contra, cinco amarillas y una roja.

Pero no todo fue arbitraje. Caparrós cometió un par de errores en el once inicial no alineando a Roque Mesa y a Promes y el planteamiento más físico (acorde al Getafe) empezó saliendo bien en lo defensivo pero no en lo ofensivo, porque no llegábamos mucho y cuando tuvimos dos ocasiones fue cuando llegaron los árbitros. La defensa echó en falta a Carriço, el mejor de los de atrás y el que hace buenos a los que están alrededor, y el ataque necesitaba de un Sarabia que es su jugador más determinante y que no llegó, estando en su lugar un Franco Vázquez que solo deja destellos pero que no es regular y que va dejando de querer jugar con el paso de los minutos. Los dos delanteros se quedaron aislados. Además, el equipo fue incapaz de reaccionar al 1-0 y tampoco salió bien a la segunda parte, ya dos goles por debajo, encajando pronto el tercero y desconectando así muchos futbolistas, que parecía que lo único que querían era irse al vestuario cuando aún quedaban 40 minutos por delante.

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