Luz verde: Pablo Sarabia reclama los minutos que merece. Para mí es, sin duda, uno de los jugadores más importantes de este Sevilla y la pasada temporada ya lo demostró con unos grandes números. Sarabia suma hoy una gran asistencia a Ben Yedder entre líneas y un espectacular gol por toda la escuadra desde fuera del área. El mejor del partido de hoy... de calle.
Da gusto ver como el madrileño empieza a tener las oportunidades que merece. Ante el Cartagena jugó un buen partido, pero hoy ha jugado uno aún mejor ante un rival que solo había encajado 3 goles en lo que llevamos de campeonato, y él ha fabricado hoy 2. Más allá de eso, todo lo que tocó lo hizo bien, no cometió errores. Es una pena que el desorden del Sevilla no le permitiera aparecer más.
Luz amarilla: presencia en el centro del campo. Berizzo apostó por dejar a Banega en el banquillo de inicio y salir con Krohn-Dehli, Pizarro y N'Zonzi. El danés jugó más adelantado que los dos restantes, que se alinearon en algunas ocasiones. Cuando no lo hacían, Pizarro es el que se colocaba entre los dos. Esto, en mi opinión, le perjudicó.
Las continuas rotaciones en esa demarcación específica hace que los jugadores no tengan claro su rol, y mi impresión es que Guido no la tiene nada clara. Cuando aparece suele hacerlo bien, el problema es que aparece poco. Muchas veces lo encuentro descolocado. Tener ese "jugador menos" en ciertas jugadas es negativo para el Sevilla, porque perdemos presencia en el medio.
Krohn-Dehli tiene todos mis respetos, es un guerrero, pero ahora mismo está un poco falto de forma física y, a pesar de que suele tocar el balón bien y con criterio, suele tener sus lagunas en mitad del partido y desaparece. Cuando entró Banega el Sevilla mejoró, aunque levemente, pero lo hizo. No entiendo que solo haya jugado de titular 3 de los 10 partidos que van de liga cuando es tu mejor jugador. A los mejores hay que tenerlos enchufados.
Luz roja: contraataques y poca eficacia ofensiva. El Sevilla no aprovecha sus ocasiones y hoy se volvió a notar. Falta mucha velocidad y decisión en los ataques. Hay que tocar menos atrás y buscar a los de arriba, dudar menos y ejecutar más. Lanzamos unas contras que son poco vertiginosas y peligrosas porque no sabemos que hacer con el balón, porque no suben todos los jugadores que deberían y porque nos falta ese punto de físico y maldad.
Ben Yedder marcó, pero también tuvo una clarísima. Nolito tuvo dos y Banega otras dos, de las cuales la segunda parecía que podría ser gol pero le pegó mal. Más allá de eso, muchas jugadas las alargamos por la mencionada indecisión. En vez de pegarle cuando debemos, queremos meternos hasta la cocina y ejecutar pases delante del portero y acabamos dando tiempo a los rivales a echarse encima nuestra o, directamente, perdiendo el balón. El mejor ejemplo es el gol de Sarabia: no se lo pensó, le pegó de lejos y anotó.
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