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martes, 24 de octubre de 2017

Crónicas: "Sin despeinarse, sin conclusiones"


Volvió a ganar el Sevilla, para lo que necesitó que volviera la Copa del Rey. Venció 0-3 a domicilio ante el Cartagena, sin pasarlo mal, sin hacer grandes esfuerzos y dejando la eliminatoria encarrilada para la vuelta. Una apasionante vuelta, sin duda. Nunca entenderé el formato de la Copa del Rey...

El partido arrancó monótono, con el Sevilla teniendo el balón pero sin crear mucho. Combinaciones largas cerca de las inmediaciones del área local que terminaban en centros desde la banda o intentos de disparo.

En el minuto 7, Trujillo Suárez no pitaba un penalti cometido sobre Krohn-Dehli. El partido continuó con combinaciones que no terminaban de cuajar. El Cartagena tendría su primera ocasión a los 12 minutos de partido con un centro raso desde banda que acabó siendo disparo y obligó a David Soria a retroceder para atrapar el balón sin problemas. En la siguiente jugada, el portero local sacaría un buen balón abajo a Correa.

Sarabia haría el primer gol en el 20, picando el balón de forma exquisita ante el portero tras entrar solo y recibir el balón por parte de Ben Yedder. El Cartagena respondió rápido con un centro que su delantero remataba por encima de la red.

Un cuarto de hora más tarde, Correa regateaba con clase a todos los defensas en el área pero se quedaba sin espacio para el tiro. El rebote le cayó a Ganso, que se la devolvió al argentino para que definiera con un toque suave pero colocado para hacer el segundo.

Los minutos restantes pasaron sin pena ni gloria en un partido que el Sevilla acabó dominando pero en el que siguieron cogiéndonos a la contra, solo que con menos peligro que en los partidos en Moscú y Valencia. En el descanso, Berizzo sustituiría a Ben Yedder para dar entrada a Muriel.

La segunda parte arrancó con un tiro lejano del equipo murciano sin peligro y un córner que remató Lenglet en el que los jugadores pidieron una mano que no pareció ser nada. A los pocos minutos, solo seis después de la reanudación, Muriel recibía un balón en el área después de un espectacular nuevo tacón de Ganso. El colombiano regatearía al portero, que tocó el balón, pero el rebote le volvió a favorecer y anotó ante dos defensas el tercer y definitivo gol del partido.

Sarabia tuvo poco después una gran ocasión a bocajarro tras recibir un centro raso de Corchia en la que el portero rival sacó una gran mano. Fue la más clara de lo que restó de partido. Poco después, el técnico argentino sacaría del campo a un Krohn-Dehli que sigue sin dejar buenas sensaciones y daría entrada a Pizarro. El argentino se colocaría de central para sacar de esa posición a Geis, que había salido de inicio y se colocaba en el centro del campo a partir de ese momento. Ninguno de los dos pudo enseñar sus condiciones en esa demarcación ya que no tuvieron apenas trabajo.

Lenglet dio el susto yéndose al suelo. No pareció ser nada, pero visto lo que sucedió en Valencia y la falta de efectivos en el centro de la defensa, Berizzo prefirió no arriesgar con la eliminatoria casi sentenciada. Por tanto, en el minuto 72, el francés se retiraba del terreno de juego y dejaba su sitio a Navas, que movía a Sarabia al centro del campo y a Geis de nuevo a la defensa para jugar junto a Pizarro en el centro de la zaga.

Las mejores ocasiones del tramo final las tuvo Muriel. En una ocasión regateó al portero, pero se le fue largo el control e intentó engañar al árbitro sin éxito al intentarse caer; en otra su disparo cruzado y raso se fue por poco rozando el palo y, en una última, remató sin querer un centro en el que se había perdido el balón, sacando el guardameta local el balón con una buena parada. El Cartagena se acercó, al igual que en los primeros 45 minutos, con alguna que otra contra que no consiguió inquietar a un David Soria que no tuvo trabajo más allá de detener algún centro.

El Sevilla empieza la Copa del Rey con victoria en un partido que debía ganar y del que se pueden sacar pocas conclusiones más allá de que Sarabia debe ser titularísimo y que Ganso debe jugar más. No debería haber problemas para pasar a octavos de final, donde esperemos tener más suerte en el emparejamiento que en el año pasado (cuando nos tocó el Madrid).

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