Luz verde: Nasri. Cuando la luz recae sobre un solo jugador, es porque el juego del equipo ha sido pobre, y de hecho así lo fue. El ex del Manchester City fue el que tiró del carro y se echó el equipo a la espalda. El Sevilla solo tuvo dos ocasiones de gol y las dos nacieron de sus botas. Con un 91% de acierto en el pase, lideró las transiciones defensa-ataque, aunque cuando el Sevilla se acercaba al área el ofrecimiento no existía.
Luz amarilla: imprecisiones en el pase. Atrás todo va bien, atrás es fácil tocar el balón y así cualquiera gana la posesión. Otra cosa es qué hacer con la posesión, porque si la posesión no la aprovechas no ganas partidos, y el único partido en el que el Sevilla hizo un uso correcto de la posesión fue en el 6-4 ante el Espanyol y ese es el único partido en el que disfrutamos del juego del Sevilla.
Sin embargo, cuando nos acercamos arriba desaparece el acierto en el pase, no se toman riesgos y el balón vuelve atrás, o bien las cerradas líneas del Athletic acababan por robarnos el balón al no haber desmarques sevillistas por ninguna parte.
Luza roja: ¿y el amateurismo? Esto no es lo que nos vendieron, no veo a un Sevilla protagonista (me da igual tener un 60-70% de posesión en todos los partidos si después solo tenemos dos ocasiones en todo el partido). Quiero ver la versión del primer partido de liga, la de un equipo que se vuelca al ataque, que es un vendaval, que arrasa y que tiene la portería rival entre ceja y ceja.
Desde el 6-4 no vemos esa versión, y con ella disfrutamos todos. Vemos un Sevilla que tiene el balón atrás, pero que a medida que avanza metros va empezando a no saber qué hacer. No hay dinamismo, no hay profundidad, no hay atrevimiento. Se busca el pase seguro y al final acabamos atrás. Los delanteros no se ofrecen, no lo hace Vietto, Ben Yedder no está pudiendo al no ir convocado (cuando ha ido estaba desaparecido) y Carlos Fernández no es jugador para un equipo que aspira a estar en los puestos altos, debe seguir formándose en el filial.
No hay pases como los que daba Banega, aunque Nasri se ha puesto ese disfraz. Cuando los da, no hay un Gameiro al espacio. Este año nos hemos equivocado muchísimo vendiendo, porque nos hemos quedado sin la columna vertebral del Sevilla. Yo mismo decía que íbamos a disfrutar mucho, pero avanzan los partidos y cada vez lo veo todo más turbio. Hace falta un cambio de imagen urgente.
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