El Sevilla se lleva un empate en la cuarta jornada de liga en Ipurúa en la que lo mejor del partido fue el punto. Sampaoli salía por primera vez con un 4-4-2 con Ben Yedder y Vietto arriba y una línea de cuatro que se convertía a veces en línea de tres con las subidas de Escudero (que entró pronto), aunque no ocurriría a menudo ya que el Eibar tuvo mucho el balón en nuestro campo.
La primera ocasión fue nuestra, con un tiro de falta de Ganso que buscaba la escuadra pero que Yoel atrapó sin problemas al ir blandito. Fue un mero espejismo, después empezaron a llegar las ocasiones locales, con numerosos centros y algún intento de disparo lejano por parte de los locales, como es el caso del que intentó Kike García al poco de empezar el partido. La balanza se decantaba claramente del lado de los vascos.
En el minuto 15, el Sevilla perdió un cambio al verse obligado a sustituir a un lesionado Rami para dar entrada a Escudero. En este momento, Kolodziejczak (que estaba de lateral) pasaba al centro de la defensa junto a Rami. El partido no cambio, un fuera de juego evitó una clarísima acción en la que Sirigu sacó el balón cuando casi lo tenía delante y la defensa bloqueaba un disparo de Sergi Enrich. El gol parecía estar cada vez más cerca.
Pero, en el minuto 28, Kiyotake se sacó un gran pase entre líneas para Vietto y el argentino definió a las mallas, poniendo el marcador de cara al Sevilla. En este momento el asedio del Eibar disminuyó, se acercaba más tímidamente y el conjunto de Sampaoli seguía sin dominar ni tener peligro. Pedro León remataba abajo al borde del descanso y Sirigu hacía una buena parada.
El partido se ponía de cara al Sevilla en el descuento de la primera parte, cuando Yoel era expulsado por una clara falta a Correa al borde del área. El Eibar perdía a un jugador y se veía obligado a dar entrada a Areitio, su tercer portero, teniendo que prescindir de los servicios de Bebé.
La segunda parte empezaba con un cambio lógico. Sampaoli daba entrada a un Vitolo que sería el mejor del partido para sentar en el banquillo a un Ben Yedder nuevamente desaparecido. Todo pintaba bien para el Sevilla, con ventaja en el marcador y superioridad numérica en el campo. El Sevilla debía salir a arrollar y se quedó atrás y dio el balón a un Eibar a priori inferior y con 10. Las ocasiones del Sevilla eran pocas y no eran claras, mientras que el Eibar seguía llegando como si tuviera a los 11. Se había retirado lesionado Carriço, y ante la falta de defensas en el banquillo fue Iborra el que saltó al verde.
De tanto especular, llegó el gol tras un pase de Luna desde la banda que conecta con Pedro León (no llegaron Kolo ni Mercado) y puso el empate en el marcador. El partido discurría por el mismo cauce y Vietto desaprovechó una ocasión casi bajo palos sin portero. Poco más tarde, Dani García recibía la roja directa por una brutal entrada por detrás y Mercado cabeceaba al centro de la portería una falta botada por Kiyotake.
Nada más ocurrió hasta el final del partido, en el que el Sevilla se va con un punto que sabe a poco a pesar de ser lo mejor del partido debido a un juego irreconocible, a una falta de actitud y de ese protagonismo del que clama Sampaoli. No tuvimos la iniciativa ni siquiera cuando estábamos con un jugador más.
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