Sampaoli salió con un planteamiento y un once sorprendente, al que no nos tiene acostumbrados. Línea de cuatro atrás con un trivote defensivo delante y sin delantero. Franco Vázquez ejercía de "falso 9", pero su posición era muy retrasada, aproximadamente en el centro del campo. Parecía que el Sevilla aceptaba la condición de favorita de la Juventus y esperó a ver su planteamiento para desarrollar un partido u otro, y así fue.
La Juventus salió a ganar, se entojaba como una prueba de fuego para el Sevilla y su defensa. Dentro del buen papel en líneas generales, los despistes en los pases de Rami y N'Zonzi crearon las ocasiones más claras de peligro por parte de los locales, con un disparo de Khedira desde dentro del área que se fue desviado por el poste izquierdo y un tiro lejano de Dani Alves que no fue a más. La última ocasión destacable del conjunto local en el primer tiempo fue un disparo de Bonucci a bocajarro que se fue lejos del arco que defendía el canterano sevillista.
A medida que avanzaba la segunda parte, el Sevilla mejoraba en defensa. Los errores de los primeros minutos iban desapareciendo y, a pesar de que el Sevilla no lograba crear nada en ataque (la única "ocasión" fue una volea a media altura de Escudero que fue al centro de la portería de Buffon), la Juventus tampoco llegaba con claridad con el paso de los minutos. Sin embargo, y sin sentirse incómodo el Sevilla en ningún momento en los primeros 45 minutos, el partido iba por el cauce de los italianos, que eran los dominadores al no usar el Sevilla la posesión para hacer daño. N'Zonzi, Iborra y Rami vieron en los últimos minutos del primer tiempo unas amarillas (de las que solo era la de Iborra) que condicionaron un poco su agresividad para el resto del partido.
Cuando los equipos volvieron del túnel de vestuarios, la cosa cambió. El Sevilla mantuvo su mismo planteamiento y la Juve, que ya había visto la primera parte, se volcó al ataque a lo largo de los minutos al ver la poca proyección que teníamos arriba con un Vitolo que no aparecía, un Franco Vázquez que no tenía más fuelle por el cansancio y un Sarabia que, según la estadística, falló casi la mitad de los pases que dio.
El Sevilla en ataque no existió. Los únicos balones que se acercaban al área eran los de las faltas que se sacaban directamente dentro, y eran todas fácilmente repelidas por la contundente defensa italiana. Por otro lado, el vendaval local se hacía patente con numerosas llegadas vertiginosas que buscaban a sus dos pilares arriba: Higuaín y Dybala. El primero remató incluso al larguero, aunque fue de lo poco que hizo con tranquilidad gracias al excelente marcaje de Mercado y Pareja durante los 90 minutos.
Entró Correa por un errático Sarabia y el argentino tuvo una buena ocasión, pero solo fue un espejismo. El cambio no varió nada en el partido y hubo que esperar al minuto 78 para ver el segundo cambio. Kranevitter dejaba su sitio a un Mariano que apenas tocó balón. En el descuento entraría Carriço por Vázquez.
La Juventus dominó el balón y se internó en numerosas ocasiones por banda, topándose en la mayoría de las ocasiones con nuestra defensa. Sin embargo, una vez consiguió superarla, y fue en el descuento. Mariano se despistó y Alex Sandro le sobrepasó fácilmente para cabecear abajo y a la derecha de un Sergio Rico que hizo una intervención descomunal para salvar a su equipo.
El Sevilla se marcha de Turín con un punto valiosísimo de cara a la clasificación del grupo, ya que no solo ganó ese punto, sino que hizo que la Juventus dejara de sumar dos. Se antoja importantísimo ganar al Lyon en casa en la segunda jornada para dar un golpe sobre la mesa, en un partido en el que el planteamiento seguro que será muy distinto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario