"Semana de vida o muerte"
Llega una semana difícil para el Sevilla, con dos enfrentamientos de mucho nivel en casa que pueden tener consecuencias en las dos competiciones en las que el equipo sigue vivo. El primero de ellos es el de este miércoles 20 de febrero ante la Lazio, que corresponde a la vuelta de los dieciseisavos de final de la Europa League, esa competición que tanto ilusiona al sevillismo y que no quiere tirar.
Todo apunta a que Banega tirará de los más habituales para este choque, quedando fundamentalmente la duda de quién ocupará el centro del campo. Hay dos puestos para Amadou, Roque Mesa, Franco Vázquez y... Rog, que aún no ha debutado. Banega es baja por sanción, así como un Carriço que aún no se ha recuperado. Se cae de la convocatoria Wöber y vuelve Bryan Gil.
Todo apunta a que Banega tirará de los más habituales para este choque, quedando fundamentalmente la duda de quién ocupará el centro del campo. Hay dos puestos para Amadou, Roque Mesa, Franco Vázquez y... Rog, que aún no ha debutado. Banega es baja por sanción, así como un Carriço que aún no se ha recuperado. Se cae de la convocatoria Wöber y vuelve Bryan Gil.
El 0-1 en la ida (pudo haber sido mayor, pero esa es la renta que traemos) es un buen resultado que nos da una alta probabilidad de clasificarnos con solo hacer un partido decente y sacar un empate, pero el problema del equipo va más allá debido a los malos resultados que recientemente se han venido produciendo y que se han agudizado aún más después de la contundente derrota de este fin de semana por 3-0 en Villarreal.
A día de hoy, al equipo se le nota una grave carencia en su juego que no existía anteriormente y que nos ha llevado a sumar 11 de los últimos 33 puntos en liga y a ser el cuarto peor equipo en el campeonato doméstico en lo que va de 2019. El entrenador está empeñado en unos errores que repite constantemente, con un equipo que sale empequeñecido fuera de casa y con los delanteros a 50 metros del resto del equipo, siendo siempre sometido.
Al menos, tenemos el factor campo, donde los resultados son mejores pese al milagroso último empate ante el Eibar tras empatar un 2-0 en un muy mal partido del Sevilla donde le pasó precisamente lo que comentaba, que salió sometido al rival y en un modo defensivo que hace que los carrileros se queden atrás y que por ello no haya profundidad y sí una línea de 5. Si quitamos la derrota ante el Athletic en Copa (resultado que nos llevaría a la prórroga, 0-1), hemos ganado los 6 partidos de Europa League en Nervión y llevamos 9 de liga sin perder. Todos estos resultados, evidentemente, nos permitirían avanzar a los octavos.
Tampoco es el mejor momento de los italianos, que dejaron claro en el partido de la ida que su juego es el de esperar al rival en campo propio y lanzar ataques rápidos y que su punto débil son las bandas, especialmente en el aspecto defensivo. Pese a una plaga de lesiones que acentuó con tres sustituciones debidas a esto mismo en el partido de la ida, parece que tanto Immobile como Mikinkovic-Savic (dos de sus hombres más importantes) están listos para ser titulares, mientras que Luis Alberto sigue siendo duda.
Lazio y Barcelona, dos difíciles partidos en casa antes de una visita a un Huesca al que esperemos no resucitar, dos encuentros en los que el equipo se juega seguir vivo en su competición favorita y no acabar sexto en liga una vez acabe el fin de semana. Llegamos a un tramo serio de la temporada, el peor para que el equipo se haya caído, y por eso hace falta que Machín dé una vuelta de tuerca que aún no ha demostrado poder dar, ni en sus acciones ni en unas ruedas de prensa poco esperanzadoras.
Hay que levantarse. ¡Vamos, Sevilla!
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