"Golpeó, pero no remató"
El Sevilla se vuelve de Roma con un resultado positivo, una victoria fuera de casa (por fin) que le pone un paso por delante de su rival de cara a la vuelta en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Fue suficiente un gol del de siempre, de Wissam Ben Yedder, para conseguir una victoria que pudo haber sido mayor si el cuadro sevillista así lo hubiese querido.
Pablo Machín apostó por el once al que más confianza le ha dado a lo largo de la temporada, a excepción de Carriço. Los once titulares serían Vaclik, Navas, Mercado, Kjaer, Sergi Gómez, Escudero, Banega, Franco Vázquez, Sarabia, André Silva y Ben Yedder.
El Sevilla se vuelve de Roma con un resultado positivo, una victoria fuera de casa (por fin) que le pone un paso por delante de su rival de cara a la vuelta en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Fue suficiente un gol del de siempre, de Wissam Ben Yedder, para conseguir una victoria que pudo haber sido mayor si el cuadro sevillista así lo hubiese querido.
Pablo Machín apostó por el once al que más confianza le ha dado a lo largo de la temporada, a excepción de Carriço. Los once titulares serían Vaclik, Navas, Mercado, Kjaer, Sergi Gómez, Escudero, Banega, Franco Vázquez, Sarabia, André Silva y Ben Yedder.
Salió el equipo de un modo muy diferente al que venía acostumbrándonos en las últimas semanas, con mucha iniciativa y llegando al área rival. Ya en los primeros minutos, varios centros y balones al área se convertían en intentos que no llegaban a nada, pero los sevillistas tenían balón y conseguían conectar buenos ataques y contragolpes. Precisamente, en el minuto 22, un contragolpe supondría el primer gol del partido. Fue una jugada rápida en la que medió una conducción de Escudero y que terminaba con los dos protagonistas de siempre, pues Sarabia sería el que asistiría y Ben Yedder el que iba a anotar su gol número 20 (sí, 20) esta temporada.
Pese a ello, alguna duda en defensa hizo que el conjunto italiano creara peligro de la nada. Especialmente clara fue una ocasión que tuvo Marusik, cuyo disparo sacaba Kjaer bajo palos después de que Vaclik fuera capaz de ralentizar el esférico. El danés estuvo exquisito en defensa, arrebatando también dos balones en el área a Correa en este primer tiempo, entre otras acciones. La velocidad del argentino creó algo de dudas en la defensa rojiblanca.
En el último cuarto de hora, el partido se tranquilizó. Banega vio una amarilla que le impedirá jugar el partido de vuelta (por lo que se perderá dos partidos consecutivos al ser expulsado en liga el pasado domingo) y André Silva tuvo una gran oportunidad en la que perdonó al errar un pase de la muerte hacia Ben Yedder. Se iba el equipo con 0-1 al descanso, con una clara mejoría y con la sensación de haber perdonado la posibilidad de ampliar el marcador.
Tras el descanso, el Sevilla salió al césped más contemplativo y menos atrevido, teniendo así la Lazio más balón. Los italianos, que se encontraron con el gran inconveniente de tener que realizar en el 57 su tercer cambio (todos obligados por lesión) se acercaba a nuestro área pero no creaba gran peligro. Caicedo disparaba al lateral de la red y Luis Felipe tenía la mejor nada más ingresar en el terreno de juego mediante una falta mal defendida por la defensa sevillista que remató por encima del larguero de la portería defendida por Vaclik, quien no tuvo mucho trabajo.
Con el paso de los minutos, los nuestros se dieron cuenta de que no tenía mucho sentido permanecer a la espera y volvieron a dar un paso adelante, alegrando el juego cuando sus jugadores de ataque combinaban. Los dos delanteros eran lo más peligroso, ambos a un nivel elevadísimo, junto a un Escudero que mostró una mejoría palpable y al que le quitaron una gran ocasión al despejarle a córner un tiro cruzado desde dentro del área solo un minuto antes de que Acerbi le sacara bajo palos un disparo lejano que se colaba en la portería tras cazar el rechace de un córner. André Silva también la tuvo con un cabezazo que se fue arriba y un remate que se fue a córner.
En el minuto 71 iba a entrar Munir (cuyos minutos dejaron detalles interesantes) por Ben Yedder y en el 75 Escudero le dejaría su lugar a Promes. En los minutos finales, con Amadou en el campo en sustitución de Sarabia, los locales se acercarían a balón parado sin causar peligro real y Franco Vázquez perdonaría el 0-2 en el 90 por querer lucirse en el área. Se consumía el partido y el Sevilla volvía a ganar fuera en un partido en el que fue claramente superior pero en el que le faltó una ambición que le habría proporcionado un resultado mejor. Partimos con ventaja, pero todo se decidirá el próximo jueves en el Ramón Sánchez-Pizjuán.
Tras el descanso, el Sevilla salió al césped más contemplativo y menos atrevido, teniendo así la Lazio más balón. Los italianos, que se encontraron con el gran inconveniente de tener que realizar en el 57 su tercer cambio (todos obligados por lesión) se acercaba a nuestro área pero no creaba gran peligro. Caicedo disparaba al lateral de la red y Luis Felipe tenía la mejor nada más ingresar en el terreno de juego mediante una falta mal defendida por la defensa sevillista que remató por encima del larguero de la portería defendida por Vaclik, quien no tuvo mucho trabajo.
Con el paso de los minutos, los nuestros se dieron cuenta de que no tenía mucho sentido permanecer a la espera y volvieron a dar un paso adelante, alegrando el juego cuando sus jugadores de ataque combinaban. Los dos delanteros eran lo más peligroso, ambos a un nivel elevadísimo, junto a un Escudero que mostró una mejoría palpable y al que le quitaron una gran ocasión al despejarle a córner un tiro cruzado desde dentro del área solo un minuto antes de que Acerbi le sacara bajo palos un disparo lejano que se colaba en la portería tras cazar el rechace de un córner. André Silva también la tuvo con un cabezazo que se fue arriba y un remate que se fue a córner.
En el minuto 71 iba a entrar Munir (cuyos minutos dejaron detalles interesantes) por Ben Yedder y en el 75 Escudero le dejaría su lugar a Promes. En los minutos finales, con Amadou en el campo en sustitución de Sarabia, los locales se acercarían a balón parado sin causar peligro real y Franco Vázquez perdonaría el 0-2 en el 90 por querer lucirse en el área. Se consumía el partido y el Sevilla volvía a ganar fuera en un partido en el que fue claramente superior pero en el que le faltó una ambición que le habría proporcionado un resultado mejor. Partimos con ventaja, pero todo se decidirá el próximo jueves en el Ramón Sánchez-Pizjuán.
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