Luz verde: el timón para Banega y el brazalete para Escudero. Hoy tenemos una luz verde muy tenue, y es que hay muy poco que destacar en el partido de hoy. Si me tengo que quedar con algo es con el continuo trabajo de Banega por organizar y dirigir al equipo, ese que se ve hasta en los mayores esperpentos sevillistas. El argentino lo intenta, pero es obviamente muy difícil rodeado de tantas dificultades.
Por otro lado tenemos a Escudero, ese que nunca se cansa y que hoy fue el que más lo intentó. El lateral vallisoletano tuvo dos ocasiones y una de ellas fue muy buena, yendo el balón al lateral de la red en un disparo desde dentro del área. En un equipo al que ahora mismo no se le ve un líder, es quien más se acerca.
Luz amarilla: el quiero (o no) y no puedo ofensivo. No hay manera, parece imposible que el Sevilla consiga ser un equipo peligroso arriba, vertiginoso, dinámico y vertical. Es muy difícil cuando Banega es el único jugador que le da algo diferente al equipo, participando siempre. Ganso ha jugado 60 minutos y no ha estado en ningún momento en el partido, no se le ha visto ni para una intervención de las suyas. Por el entró Franco Vázquez, otro jugador falto de intensidad y que tampoco sumó nada al equipo. Así se pierde mucho juego.
Luego llegamos a las bandas, donde nadie está bien. Correa es como el típico niño que juega en su barrio y regatea sin pasarle el balón a nadie, peca de individualista y duda al definir. Después, Sarabia lleva varios partidos en los que nada le sale bien, por no hablar del bajísimo estado de forma de Navas y Nolito.
Luz roja: coladero en el lateral derecho. Nunca entenderé la gestión que ha hecho el Sevilla este verano con nuestro lateral derecho. Hemos mal vendido a Mariano al Galatasaray, un jugador al que la afición quería y que es 10 veces más lateral que Mercado. Traemos a Corchia para suplirlo y el que acaba jugando es Mercado. Llámenme raro, pero yo no lo comprendo.
Y es que hoy, otra vez más, una gran cantidad de los ataques rivales han llegado por la banda de Mercado, como es el caso de la ocasión más clara del partido: la de Ünal. Se iban con mucha facilidad del lateral argentino, que esta temporada ha transmitido seguridad en un tramo muy corto de partidos.
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