"Desventaja en la eliminatoria... y vuelta fuera"
Sigue sin convencer el Sevilla, que no solo deja malos resultados sino también horribles sensaciones, y ahora también en casa. No pasó del empate ante el Slavia, y lo peor es que encajó dos goles que dejan un resultado muy negativo de cara a una vuelta fuera, donde el nivel del equipo está siendo muy malo.
El once inicial que sacaba Machín daba un poco de ambiguedad en cuanto al sistema, ambiguedad que se resolvió en el campo. Se optó por cambiar a una línea de cuatro atrás, siendo Vaclik, Mercado, Kjaer, Sergi Gómez, Wöber, Navas, Banega, Rog, Sarabia, Munir y Ben Yedder los elegidos para saltar al césped desde el pitido inicial.
Pitido inicial que vendría acompañado del vigésimo tercer gol de Wissam Ben Yedder esta temporada tras aprovechar una pérdida de balón en la salida checa. Recibió de primeras el franco-tunecino y de primeras la puso en el fondo de las mallas. El Sevilla se adelantaba en el primer minuto de partido, algo que parecía que podría condicionar el resto del encuentro, algo que realmente no ocurrió. Se sucedieron varios minutos en los que no pasó nada relativamente importante excepto un córner que Banega botaba raso y Ben Yedder remataba a las piernas de un rival. El juego del equipo no convencía, no se sabía demasiado bien a qué jugaba y la intensidad no era demasiado alta.
En el minuto 21, Stoch iba a avisar con un tiro desde la frontal que se iba fuera después de recibir el balón muy solo. El aviso sería la antesala del 1-1, que llegó en el 25 tras una larga jugada donde la pasividad defensiva de los sevillistas fue preocupante. El disparo se colaba por la escuadra de la portería defendida por Vaclik después de que rebotara desafortunadamente en la espalda de Marko Rog.
Iba a reaccionar el Sevilla rápidamente, ya que en la jugada posterior al saque de centro conseguía un córner después de que un pase de la muerte de Sarabia superara al portero y fuera despejado por Deli. En el córner, la estrategia funcionó y Munir hizo el 2-1 con un golazo de volea que no fue capaz de desviar un defensa debajo del larguero. Parecía que esto podría dar tranquilidad y el equipo se hacía ligeramente con el control del partido, llegando a tener Rog una buena oportunidad en un mano a mano donde se adelantó Kolar, pero todavía quedaba otro par de mazazos antes del descanso. Un córner mal defendido por los nuestros se convertía en el 2-2 después de que Král la golpeara sin querer a la misma escuadra y Juan Soriano tendría que entrar para sustituir a Vaclik, que se había llevado un golpe en las costillas en la acción del empate. El equipo se llevó una tremenda pitada al descanso, después de una bochornosa primera mitad.
La segunda parte comenzaba con cambio obligado por lesión, ya que Wöber fue sustituido en el descanso después de haber estado mareado gran parte de lo que llevaba sobre el césped. Roque Mesa entró en su lugar. Volvíamos a los tres centrales, con toda la banda izquierda para Sarabia.
Con el paso de los minutos, el nerviosismo y el enfado aumentaba en Nervión, porque el equipo estaba roto atrás y los checos llegaban a Juan Soriano con facilidad, más allá de general peligro real o no. Sus mejores ocasiones fueron un disparo al lateral de la red y un centro raso que sacó Kjær, contagiado por la mala defensa sevillista pese a tener buenas acciones individuales.
Sin embargo, la gran mayoría de las ocasiones las iba a tener el conjunto sevillista, que fue insistente pero que le puso más corazón que cabeza, y que falló lo infallable guiado ya por un viento en contra que se viene creando él mismo desde hace tiempo. Fue Munir el que más tuvo y el que más perdonó, siendo la más clara un remate que se fue arriba cuando estaba prácticamente debajo del larguero. Pero no fue la única, ya que también pudo marcar en una contra en la que se entretuvo y tras un mal despeje del portero rival que no aprovechó. Le anularon (bien) un gol por fuera de juego y también le pitaron otro a Ben Yedder tras golpear el palo. Sarabia dispuso de un tiro lateral y Mercado estuvo a punto de llegar a la prolongación de una falta.
En el minuto 76, Promes entraba por un Banega que había visto amarilla. André Silva, tu delantero centro, no disputaría ni un minuto de un partido que no ibas ganando. Aún iba a quedar tiempo para la polémica, porque Ben Yedder iba a tener todas las de marcar el 3-2 cuando el árbitro anuló la jugada por un fuera de juego que no era. Quedarían aún un mano a mano que el meta rival detenía al franco-tunecino con el pie, un centro de Navas que Munir remataba fuera y un providencial corte de Kjær en el área que evitaba que Skoda se plantara ante Juan Soriano.
El partido terminó y el equipo se llevó una sonora pitada, además de cánticos de "Pepe Castro dimisión". Se cansó Nervión, que el domingo vivirá un duelo ante la Real Sociedad que puede hacerle bajar más puestos en la clasificación antes de ir a la República Checa, donde el Sevilla empieza a ver el borde del abismo.
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