Luz verde: pareja de centrales. Llevamos varios partidos en los que está siendo difícil quedarse con algo y está tocando personificar. Esta vez es el turno de Nico Pareja y Clément Lenglet.
No es nuevo que el joven francés haga un buen partido; porque, de hecho, siempre cumple. Transmite seguridad, saca el balón bien y nunca te genera ningún tipo de duda ni peligro. A su lado, un sobrio Pareja, exquisito en los balones largos y voz cantante de la defensa. Tuvo un susto en un control raro, pero no fue a más. Partido sin estridencias de ambos, no pedía más.
Luz amarilla: juego aéreo. El Sevilla pierde muchas oportunidades en este aspecto. En primer lugar, los centros desde la banda. Muchas ocasiones prolongamos demasiado la jugada e intentamos internadas que son imposibles, en otras nos precipitamos y acaba dando en un defensa, y también están las que acaban en malos centros forzados. En muchas ocasiones falta el rematador, porque el delantero era Ben Yedder (bajito y de espacios), quien no estaba en el lugar.
Luego, los córners y faltas. Siempre que Sarabia está en el campo, los centra él. El problema es que centra bien uno de cada diez, y eso significa muchas ocasiones tiradas a la basura. Otros años, el balón parado nos dio muchos puntos. Este año podría darnos muchos más de los que tenemos ya que en el campo hay gente como Iborra, N'Zonzi, Pareja o Jovetic, además de otros que hoy no estuvieron como Rami o Mercado.
Luz roja: sensaciones. El Sevilla lleva cuatro partidos sin ganar en liga, teniendo por medio la eliminación en la UEFA Champions League. El juego del Sevilla es lento y previsible y hoy no sufrimos porque el Sporting no presionó nuestra salida de balón como en otros partidos, pero los rivales nos tienen cogida la medida y nuestra posesión es inútil ante una clara falta de profundidad y velocidad.
Y ya no es solo los resultados, sino todo lo que le rodea. El miércoles visitamos el Camp Nou y nadie espera nada de ese partido. Esto hace algo más de 2 meses era impensable. El equipo está medio muerto y la grada irreconocible porque se la han cargado. Nadie hace nada para arreglarlo. Vitolo ha dicho hoy que "el primer gol antes lo marcaba la afición" y ha pedido que "hable quién tenga que hablar". ¿A qué están esperando? ¿De verdad les gusta o se sienten cómodos nuestros directivos en esta situación?
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