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domingo, 21 de agosto de 2016

El semáforo: Sevilla FC 6-4 RCD Espanyol


Luz verde: faceta ofensiva. Arriba hemos visto un auténtico espectáculo, solo hay que ver los seis goles. Pero no solo eso, la fluidez del ataque ha sido impresionante, las llegadas eran constantes y Roberto salgo algunas ocasiones clarísimas en los primeros 20-30 minutos. El Sevilla ha generado peligro como ha querido y cuando ha querido. Kiyotake, Vázquez, Sarabia, Vitolo... Ha sobrado calidad, ha sido bestial. A todo esto hay que sumar las grandes actuaciones de Vietto y Ben Yedder, que han dado por fin el nivel, ganando confianza para los próximos partidos (lo cual es muy importante). Las subidas de Mariano también han sido muy importantes. El partido del Sevilla, ofensivamente hablando, ha sido de 10. Pocas veces hemos visto algo semejante.

Luz amarilla: transición defensa-ataque. No lo hemos pasado bien en esa faceta. Cuando perdíamos un balón y se exigía una respuesta rápida, el equipo tardaba un poco. Sin embargo, algunos futbolistas estaban atentos y cortaron alguna contra rápidamente o la disiparon gracias a la presión. Este es el motivo por el que se incluye en este apartado y no en la luz roja.

Luz roja: pérdidas defensivas. A cualquiera que le preguntes con qué no se quedaría, sería sin duda con los cuatro goles encajados. Pues bien, los cuatro goles vienen de pérdidas absurdas que generan cuatro ocasiones que acaban en goles (Sergio Rico no estuvo muy lúcido a pesar de sacar una buena mano al final). Es un aspecto a trabajar. No es problema del sistema, sino de los jugadores. El sistema ha funcionado; pero hay que tener en cuenta que, si al tener el balón hay poca gente atrás, no se pueden permitir las pérdidas que nos hemos permitido hoy. No siempre vamos a marcar más de cuatro goles para poder ganar partidos así. De todas formas, es un aspecto pulible y trabajable, ya que no han sido mérito del Espanyol sino demérito nuestro. Podemos disfrutar mucho.

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