Luz verde: portería a cero. No hay que ser un genio para afirmar que si consigues no encajar es más fácil ganar porque necesitas menos goles. Eso le pasó ayer al Sevilla. Sin ser su mejor partido, el gol de Iborra tras coger el rechace de penalti fue suficiente para llevarse la victoria.
Sergio Rico hizo un par de intervenciones de nivel y el palo repelió un testarazo de Raúl García, pero sin duda los grandes responsables son nuestros defensas. Tras una mala racha atrás de goles encajados, el Sevilla le ha dado una vuelta de tuercas a la situación y se ha colocado ya como el quinto equipo menos goleado de la Primera División española.
Los huecos que Mariano y Escudero dejaban anteriormente en labores defensivas quedaron atrás, y el partido de ayer de Mercado y Rami es muy remarcable. Cada vez vamos a mejor atrás y eso es una evidencia. Hubo momentos en los que el conjunto visitante recurrió a un aluvión de balones aéreos, y ambos centrales lo solventaron muy bien, especialmente Rami. Mercado estuvo excelso, siempre al corte.
Luz amarilla: huecos en el centro del campo. Con Iborra más adelantado la mayor parte del partido, las labores defensivas corrieron a cargo de Kranevitter de manera individual prácticamente todo el partido.
El centrocampista argentino está mejorando, pero ayer parece que hubo un momento en el que el ímpetu de los "leones" le hizo sudar mucho. En muchas llegadas, se quedaban grandes lagunas en el centro que los rivales aprovecharon para internarse y acercarse al peligro. Cuando empezaron a llegar las ayudas, esos huecos fueron desapareciendo. Sampaoli lo notó y, una vez más, lo corrigió.
Luz roja: salida de balón. Sin duda, es el punto negativo de la victoria. Costó más de lo normal sacar el balón jugado desde atrás y esto generó muchas dudas, algo de peligro y cierto desconcierto en el aficionado.
El Athletic empezó presionando con tres hombres arriba, en ocasiones hasta cuatro, y la situación se vino grande para la salida de balón de Rami y Mercado, ya que la salida de balón no son su fuerte como es el caso de Pareja o Lenglet. Esto hizo a los centrales jugar en numerosas ocasiones con Sergio Rico, que se mostró inseguro y en alguna ocasión perdió el balón. Por suerte, la buen labor defensiva de la línea de cuatro y del portero paliaron los problemas.
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