Luz verde: recuperamos el alma y Sandro y Roque Mesa entran en escena. Empecemos por el final, por esos dos jugadores que hoy le han dado a Montella un guantazo sin manos. Sandro jugó de delantero, donde debe, e hizo un buen partido. Provocó un penalti y estuvo incansable durante los noventa minutos, con dos ocasiones de gol que solo Moyá evitó con intervenciones de alto nivel. En cuanto a Roque Mesa, es criminal que no hubiera jugado nada hasta ahora; ha sido el mejor del partido, ha hecho jugar a todos sus compañeros y ha aportado soluciones en todos los momentos y de todos los colores.
Pero, sin duda, lo que más contento me ha dejado al salir del Ramón Sánchez-Pizjuán ha sido ver al Sevilla recuperar esa casta y coraje, esa garra, esa sangre sevillista. Con Caparrós ha vuelto el alma y los minutos finales fueron el mayor reflejo. Willian José arreaba un codazo y todo el equipo se echaba encima suya, incluso el cuerpo técnico se acercaba a la tangana. Todo el banquillo estaba de pie y aplaudiendo en el descuento, los futbolistas se comían al árbitro y Caparrós obligaba a todos los jugadores a saludar a la afición al acabar el partido. El sevillismo se volcó en ese tramo final. Así, señores, se construye un equipo, desde la unión. Todos son importantes: los del campo, los del banquillo y los de la grada.
Luz amarilla: Banega en la mediapunta está desaprovechado. Nadie va a discutir ni lo grandísimo futbolista que es Éver Banega ni lo muchísimo que le da a nuestro equipo. Hoy marcó el penalti y estuvo acertado en muchas de sus intervenciones, el problema es donde jugó. El Sevilla perdió mucho con el argentino en la mediapunta y se notó.
Ponerlo ahí es hacerlo correr de forma innecesaria, lo que supone cansarlo en demasía (no es el mayor portento físico). Además, entra muchísimo menos en contacto con la pelota, mientras que, cuanto más toque Banega el balón, más beneficioso el para el Sevilla. Acabó el partido fundido y no pudo aportar tanto como en otras ocasiones. N'Zonzi y Roque Mesa estuvieron muy bien detrás de él, veremos si Caparrós decide modificar algo.
Luz roja: nulo peligro ofensivo en las bandas. Hoy Sandro jugó en punta, y los encargados de ponerle balones desde los costados fueron Sarabia y Nolito. No cumplieron con su cometido, más bien todo lo contrario. Ninguno de los dos estuvo bien (ni lo han estado recientemente). Ambos son de los que más se entregan, pero Nolito tiene un físico inaceptable para este nivel y Sarabia está en una dinámica negativa que lo tiene muy fallón.
Desde atrás, los laterales tampoco ayudaron. Layún ha sido de los más señalados del partido y, concretamente en ataque, no ha dado prácticamente un solo balón bien. Por otro lado, Escudero sigue lejos del jugador que puede llegar a ser y que ya hemos visto. El bajo nivel de las bandas no ha permitido al Sevilla generar más.
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