Un año más, el fútbol se comportó mal con el Sevilla. El choque comenzó muy intenso, con una posesión muy repartida, aunque el Real Madrid tenía más balón. El ataque madridista era directo, mientras que el Sevilla empezó un partido de muchos toques.
El Sevilla no llegaba a puerta, y la segunda vez que llegó el Real Madrid, el joven Marco Asensio marcó un un golazo, tras un saque de banda del conjunto madrileño imposible para Sergio Rico.
A partir de ahí, el conjunto nervionense despertó y comenzaron los ataques. Aviso primero con una ocasión de Mariano que mandó el balon a las nubes, tras una buena jugada del "Mudo". Tras esto, Carriço tuvo otra gran oportunidad con un buen disparo desde fuera del área que despejó Casilla a saque de esquina. Tras esto, llegó el esperado gol de Franco Vázquez, que puso un balon desde la frontal al palo contrario muy ajustado.
Un dato muy representativo es el 61% de posesión con el que el conjunto sevillista acabó la primera parte, que refleja su dominio. Pero en la segunda parte aún fue mayor, el Sevilla era el que tenía el balón y el que desesperaba a un Madrid que optaba por dar patadas (se le perdonaron muchas amarillas). En una de las muchas intentonas, Vitolo provocó un penalti al internarse al área desde la banda y forzando a Ramos a dejar la pierna. Konoplyanka transformó el penalti con tranquilidad.
Pero el Sevilla no se echó atrás, siguió siendo protagonista, como a Sampaoli quería, tuvo alguna más e hizo que en el Madrid se viera impotencia. Pero, en el descuento, una pérdida para hacerse mirar en un córner provocó una contra que llegó a un fatídico gol de Sergio Ramos.
La primera parte de la prórroga empezó con un Sevilla bajo de ánimos y empeoró con la expulsión de Kolo. El Sevilla paró su ataque y se dedico a defender. Tras esto tuvo que tirar de galones Konoplyanka. Esta parte estuvo marcada a su vez por un gol anulado a Sergio Ramos. El conjunto nervionense tuvo una única ocasión de Konoplyanka, aunque hay que destacar las grandes actuaciones de Sergio Rico y de Mariano.
La segunda parte de la prórroga empezó con un Sevilla que pedía la hora en busca de penaltis tras un gran derroche físico, en el que hay que destacar a Nico Pareja que desde principios de la segunda parte pedía el cambio. Continuó el partido con ataques madridistas y buenas respuestas de Sergio Rico. Pero, finalmente, en el último minuto de la prórroga, una internada de Carvajal tras un robo a Konoplyanka desembocó en su gol, lo que dejó a un Sevilla muerto tanto en lo físico como en lo psíquico.
El fútbol fue algo injusto con el Sevilla, y seguimos aún esperando esa Supercopa que se nos debe desde 2007.
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