Luz verde: ocasiones. La luz verde de hoy casi que podría ser una luz amarilla. En la primera parte se vieron más ocasiones que en los partidos anteriores y más profundidad, aunque faltó acierto. Pudimos empatar el partido o incluao irnos por encima al descanso. Bravo le hizo una gran parada a Ben Yedder y Ganso dudó entre tiro y pase y al final lo hizo mal, muchos centros quedaron sin rematador, fallamos un penalti y tuvimos un larguero en el 45.
Luz amarilla: estado anímico. El equipo estaba moralmente hundido. La primera parte (en la que no conseguimos que Bravo recogiera un solo balón de la red) dejó al equipo tocado, muy especialmente a Iborra. El remate fue el segundo gol local nada más empezar el segundo tiempo. Es cierto que no es fácil responder a una situación así, y que la remontada se antojaba altamente complicada, pero el equipo no supo seguir adelante y se mostró rendido. Fueron los minutos de la basura.
Luz roja: la portería. Hay un problema con Sergio Rico. Te hace buenos partidos y grandes paradas, pero un portero debe servir para salvar partidos, ya que es el jugador más importante. Un equipo Champions necesita un portero así, y el nuestro es muy irregular. Más allá del primero (en el que tal vez pudo hacer más); en el segundo, más allá de estar mal colocado, después ni siquiera mostró ánimo de moverse; en el tercero, una de sus muchas medias salidas que normalmente se quedan en sustos, pero que esta vez ha sido algo más. Todo esto sumado a las indecisiones en las salidas y a la falta de mando que un portero debe tener.
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